El álbum mágico


Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Espanto, un niño llamado Mateo que era muy valiente y curioso.

Un día, escuchó a los adultos del pueblo hablar sobre una antigua mansión abandonada situada en lo alto de una colina. La leyenda decía que la mansión estaba maldita y que nadie se atrevía a entrar en ella. A pesar de las advertencias, Mateo decidió investigar por sí mismo si la mansión realmente estaba maldita.

Así que esperó hasta el anochecer y se dirigió hacia la colina con su linterna en mano. Al llegar a la entrada de la mansión, Mateo sintió un escalofrío recorrer su espalda, pero no dejó que eso le detuviera.

Con valentía, abrió la puerta chirriante y entró al oscuro interior. La primera habitación en la que entró era enorme y llena de polvo. Habían retratos antiguos cubiertos con telas de araña y muebles destrozados por el paso del tiempo.

Mateo comenzó a caminar lentamente explorando cada rincón. De repente, oyó un ruido proveniente del piso superior. Subió las escaleras sigilosamente hasta llegar a un pasillo largo y oscuro.

Las puertas estaban cerradas, pero había una entreabierta al final del pasillo. Mateo empujó suavemente la puerta e ingresó a una habitación llena de juguetes rotos y muñecas viejas. En medio de todo ese desorden vio algo extraño: una muñeca con ojos brillantes mirándolo fijamente.

Asustado, Mateo retrocedió y cerró la puerta rápidamente. Pero cuando se volvió para irse, todas las demás puertas se cerraron de golpe. El niño estaba atrapado en la habitación maldita. Aterrado, Mateo buscó una salida desesperadamente.

Fue entonces cuando escuchó una voz susurrante que decía: "Para escapar de esta mansión maldita, debes encontrar el objeto más valioso". Mateo comenzó a buscar entre los juguetes rotos y finalmente encontró un viejo libro cubierto de polvo.

Al abrirlo, descubrió que era un álbum de fotos antiguo con fotos de una familia feliz. De repente, las luces se encendieron y todas las puertas se abrieron.

La mansión dejó de ser tenebrosa y sombría para convertirse en un lugar lleno de vida y color. El espíritu del dueño original apareció frente a Mateo y le explicó que había sido víctima de una maldición hace muchos años. Su alma quedaba atrapada en la mansión hasta que alguien encontrara el álbum familiar perdido.

Con lágrimas en los ojos, el espíritu agradeció a Mateo por liberarlo y le prometió que siempre lo cuidaría como muestra de gratitud. Desde ese día, Villa Espanto ya no fue conocido como un pueblo embrujado.

Gracias al coraje e ingenio del pequeño Mateo, la mansión abandonada volvió a ser un hogar lleno de alegría para todos aquellos dispuestos a enfrentar sus miedos.

Y así fue como Mateo aprendió que nunca se debe juzgar a un lugar o persona por su apariencia, ya que detrás de la oscuridad puede haber una historia de amor y redención. Fin.

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