El Alegre Movimiento



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Alegre, vivían cinco amigos muy aventureros: Saltarín, Corredor, Caminante, Equilibrista y Girador. Juntos formaban el equipo de los "Súper Amigos del Movimiento".

Un día soleado, mientras jugaban en el parque, se dieron cuenta de que algo extraño estaba sucediendo. La energía del pueblo parecía estar desapareciendo poco a poco.

Los árboles no bailaban con el viento como solían hacerlo y las risas de los niños se escuchaban cada vez menos. Saltarín fue el primero en notarlo y decidió investigar qué estaba pasando. Con sus piernas fuertes y ágiles saltos, llegó a la Biblioteca Municipal para buscar respuestas.

Allí encontró un antiguo libro que hablaba sobre una misteriosa criatura llamada "El Triste". Según la leyenda, esta criatura robaba la alegría de las personas impidiéndoles moverse libremente. Saltarín regresó corriendo al parque para contarle a sus amigos lo que había descubierto.

Corredor propuso ir a buscar al Triste y recuperar la alegría perdida del pueblo. - ¡Vamos chicos! Debemos encontrar al Triste y detenerlo -exclamó Corredor emocionado. Caminante sugirió recorrer todo el pueblo para buscar pistas sobre dónde podría estar escondido el Triste.

Mientras caminaban por las calles estrechas y coloridas de Villa Alegre, Equilibrista notó unas marcas extrañas en los árboles. Siguiendo las marcas, llegaron a un viejo circo abandonado en las afueras del pueblo.

- Creo que el Triste se esconde aquí -dijo Equilibrista con voz temblorosa. Girador, siempre curioso y valiente, decidió entrar al circo para investigar. Encontró una sala llena de juguetes rotos y tristes. Allí estaba el Triste, sentado en un rincón oscuro y solitario.

- ¡Detente! -gritó Girador-. No puedes robar la alegría de nuestro pueblo. El Triste miró fijamente a Girador y confesó que su objetivo era hacer sentir a todos como él: tristes y sin ganas de moverse.

Pero Girador tenía un plan brillante para cambiar eso. - Si te enseñamos lo divertido que es saltar, correr, caminar, equilibrarse y girar, tal vez puedas encontrar tu propia alegría -propuso Girador con esperanza.

Los otros amigos asintieron emocionados mientras mostraban al Triste todas las increíbles habilidades que tenían.

Saltarín hizo saltos altísimos en el aire; Corredor demostró su velocidad récord; Caminante mostró cómo podía recorrer grandes distancias sin cansarse; Equilibrista equilibraba platos en su nariz; y Girador giraba una y otra vez sin marearse. Poco a poco, el Triste comenzó a sonreír tímidamente mientras veía las acrobacias de sus nuevos amigos.

Se dio cuenta de lo divertido que era moverse libremente y ser parte del equipo de los "Súper Amigos del Movimiento". Desde aquel día, el Triste se convirtió en el —"Alegre"  y juntos, los seis amigos llevaron la alegría y la energía de Villa Alegre a cada rincón del pueblo.

Los árboles volvieron a bailar con el viento y las risas de los niños se escuchaban nuevamente. La lección que aprendieron todos es que la verdadera felicidad viene cuando nos movemos, exploramos y disfrutamos de cada momento.

Y así, Saltarín, Corredor, Caminante, Equilibrista, Girador y el Alegre vivieron muchas aventuras más en Villa Alegre, recordando siempre la importancia de saltar, correr, caminar, equilibrarse y girar para mantener viva la alegría en sus corazones.

FIN.

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