El americano perdido en el bosque de Cuba



Había una vez un hombre americano que decidió hacer un emocionante viaje a la isla de Cuba. En su afán de explorar la naturaleza, se adentró en un frondoso bosque, pero lamentablemente se perdió.

El hombre se sentía asustado y desorientado, no sabía cómo encontrar la salida. Mientras caminaba, se topó con una familia de simpáticos monos que lo observaban curiosos. -¿Hola, pueden ayudarme a encontrar el camino de regreso? -preguntó el hombre con tono amigable.

Los monos, a pesar de no entender su idioma, le indicaron con gestos que los siguiera. Confiando en ellos, el hombre comenzó a seguir a los monos a través del bosque, saltando de rama en rama y cruzando arroyos.

Finalmente, después de una larga travesía, llegaron a un claro donde el sol brillaba intensamente. El hombre se encontró cara a cara con un amigable guía local que lo esperaba con una sonrisa. -¡Gracias por ayudarme! Estoy tan agradecido de haberlos encontrado.

-dijo el hombre, aliviado. El guía le explicó cómo llegar de regreso a su lugar de hospedaje y le dio algunos consejos para no volver a perderse.

El hombre aprendió la importancia de estar preparado antes de aventurarse en un lugar desconocido, y a siempre pedir ayuda cuando la necesitara. Con el corazón lleno de gratitud, el hombre regresó a su hogar con una valiosa lección y el recuerdo de su increíble aventura en el bosque de Cuba.

FIN.

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