El amigo debajo de mi cama

Martín era un niño muy valiente, pero tenía un gran miedo: el monstruo debajo de su cama. Todas las noches, antes de dormir, Martín se asomaba con cautela y veía unos enormes ojos brillantes que lo observaban desde la oscuridad.

Un día, Martín decidió enfrentar su miedo y, armado con una linterna y su coraje, se agachó y miró debajo de su cama. Allí encontró a un monstruo animal con dientes afilados.

Martín dio un paso atrás, pero para su sorpresa, el monstruo temblaba de miedo. -¿Por qué tienes miedo de mí? -le preguntó el niño. El monstruo, llamado Furqui, le explicó que todos los humanos que había conocido le tenían miedo solo por ser diferente.

Martín se dio cuenta de que Furqui solo quería un amigo. Juntos, idearon un plan para demostrar a los demás que no tenían por qué temer a Furqui.

Con ingenio y valentía, organizaron una fiesta de monstruos donde humanos y seres extraños compartieron risas y juegos. Al final, todos comprendieron que la amistad no entiende de apariencias. Desde ese día, Martín y Furqui se convirtieron en los mejores amigos, demostrando que el valor y la comprensión pueden vencer cualquier miedo.