El amigo del bosque



Había una vez un niño llamado Santiago Garcés que amaba explorar el bosque cerca de su casa. Un día, mientras jugaba, se distrajo y se perdió en el bosque.

Santiago caminó y caminó, pero no encontraba la salida del bosque. Comenzó a sentirse asustado y solo en medio de los árboles altos y oscuros. De repente, escuchó unos pasos detrás de él. - Hola, pequeño ¿estás perdido? - dijo una voz cálida y amable.

Santiago se dio vuelta para ver quién hablaba con él. Era un hombre negro con una sonrisa bondadosa en su rostro. - Sí, estoy perdido - respondió Santiago con lágrimas en los ojos.

El hombre negro le tendió la mano a Santiago y lo llevó a sentarse sobre una roca cerca del río que corría por el bosque. - No te preocupes, pequeño amigo. Estoy aquí para ayudarte - dijo el hombre negro mientras acariciaba la cabeza de Santiago.

Durante horas estuvieron hablando sobre las aventuras de Santiago en el bosque antes de perderse.

El hombre negro le contó historias inspiradoras sobre otros niños valientes que también se perdieron en el bosque pero lograron encontrar su camino gracias al coraje y la perseverancia. De repente, escucharon un ruido fuerte detrás de ellos. Era un oso grande que venía hacia ellos a toda velocidad.

- ¡Corre! - gritó el hombre negro mientras tomaba a Santiago por la mano y comenzaban a correr juntos. Después de correr varios minutos llegaron hasta una cueva donde se escondieron del oso.

Santiago estaba muy asustado y temblaba de miedo, pero el hombre negro lo abrazó fuerte y le dijo:- No tengas miedo, pequeño amigo. Estoy aquí para protegerte. Después de un rato, el oso se alejó y Santiago y el hombre negro salieron de la cueva. Juntos caminaron por el bosque hasta que encontraron la salida.

- Gracias por ayudarme a encontrar mi camino - dijo Santiago mientras abrazaba al hombre negro. - Siempre estaré aquí para ti cuando me necesites - respondió el hombre negro con una sonrisa en su rostro.

Desde ese día, Santiago aprendió muchas cosas importantes gracias al hombre negro. Aprendió que siempre hay alguien dispuesto a ayudarnos cuando estamos perdidos y que no debemos tener miedo porque podemos superar cualquier obstáculo si tenemos coraje y perseverancia.

Y así, Santiago volvió a casa con una nueva perspectiva sobre la vida gracias a las enseñanzas del hombre negro en el bosque.

FIN.

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