El amigo en el armario



Había una vez una niña llamada Sofía, que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas. Sofía era una niña muy valiente y curiosa, pero tenía un miedo secreto: siempre pensaba que había monstruos escondidos en su armario.

Todas las noches antes de dormir, Sofía cerraba la puerta del armario con llave y se aseguraba de que estuviera bien cerrado. Pero a pesar de sus precauciones, siempre sentía un escalofrío recorriendo su espalda al acostarse.

Un día, mientras jugaba en su habitación, Sofía escuchó un ruido extraño proveniente del armario. Se acercó lentamente y abrió la puerta con mucho cuidado.

Para su sorpresa, ¡encontró a un monstruo animal y verde! Sofía dio un paso atrás asustada, pero el monstruo parecía más asustado que ella. Tenía los ojos grandes y tristes. "-¡No me hagas daño!", dijo el monstruo tembloroso.

Sofía se dio cuenta de que el monstruo no quería hacerle daño, solo estaba tan asustado como ella. Decidió hablar con él para entender mejor lo que estaba pasando. "-¿Quién eres?", preguntó Sofía con voz temblorosa. "-Mi nombre es Max", respondió el monstruo con timidez.

"Me he perdido y me refugié aquí porque tengo miedo del mundo exterior". Sofía sintió pena por Max y entendió cómo se sentían ambos al tener miedo uno del otro. Decidió ayudarlo a superar sus temores juntos.

A lo largo de los días, Sofía y Max se hicieron amigos. Juntos, exploraron el mundo exterior y descubrieron que no todo era aterrador como parecía. Vieron mariposas volando, flores coloridas y escucharon el canto de los pájaros.

Max comenzó a sentirse más valiente con cada nueva experiencia. Aprendió que las cosas desconocidas no siempre son malas, solo diferentes. Sofía también aprendió la importancia de enfrentar sus miedos en lugar de dejar que la controlaran.

Un día, Sofía decidió organizar una fiesta en su casa para presentar a Max a sus amigos. Cuando llegaron todos, quedaron sorprendidos al ver a un monstruo amigable en vez del temido ser que imaginaban.

Sofía les contó cómo había conocido a Max y cómo juntos habían superado sus miedos. Todos estaban asombrados por la valentía de Sofía y por la transformación positiva de Max. Desde aquel día, el armario ya no era un lugar oscuro lleno de miedo para Sofía.

Ahora estaba lleno de risas y aventuras junto a su amigo monstruo. La historia de Sofía enseña una lección importante: nunca debemos juzgar por las apariencias o dejarnos llevar por nuestros miedos sin antes darles una oportunidad.

A veces encontramos amigos inesperados en los lugares menos esperados, solo necesitamos abrir nuestras mentes y corazones para descubrirlo.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!