El amigo invisible de Navidad
Había una vez un niño llamado Facundo que era invisible. Aunque nadie podía verlo, él siempre estaba presente en todas partes. Lo más curioso de todo es que a Facundo le encantaba la navidad.
Cada año, mientras las calles se llenaban de luces y decoraciones navideñas, Facundo se sentía emocionado. Pero también se sentía triste porque nadie podía compartir su alegría.
¿Cómo podría disfrutar de la navidad si nadie lo veía? Un día, mientras paseaba por el parque, Facundo escuchó unas risas provenientes de un grupo de niños jugando al fútbol. Se acercó sigiloso para observarlos y notó que uno de ellos parecía muy triste.
Era Martín, un niño solitario que no tenía amigos y nunca había experimentado la magia de la navidad. Sin pensarlo dos veces, Facundo decidió ayudarlo. - ¡Hola Martín! -dijo Facundo con entusiasmo. Martín miró a su alrededor confundido pero no vio a nadie.
- ¿Quién está ahí? -preguntó Martín desconcertado. - Soy yo, Facundo. El niño invisible que adora la navidad -respondió Facundo con una sonrisa oculta en su rostro invisible. Aunque sorprendido por esta revelación, Martín decidió darle una oportunidad a ese nuevo amigo misterioso.
A medida que pasaban los días, Facundo e
FIN.