El amigo mágico
Había una vez un niño llamado Joel, que vivía en un pequeño pueblo. Joel era un niño muy especial, tenía discapacidad mental y a veces le resultaba difícil relacionarse con sus compañeros de clase.
En la escuela, los niños solían burlarse de él y hacerle bromas pesadas. Esto entristecía mucho a Joel, ya que él solo quería tener amigos con quienes jugar y divertirse como cualquier otro niño.
Un día, mientras caminaba por el parque después de clases, Joel encontró una caja mágica en el suelo. La abrió con curiosidad y dentro había un juego de mesa llamado "El Desafío del Amigo Perfecto". Joel decidió llevarse el juego a casa y probarlo.
Al abrirlo, se dio cuenta de que no era un juego normal. Había tarjetas con desafíos escritos en ellas. El objetivo del juego era superar los desafíos para convertirse en el amigo perfecto.
Joel estaba emocionado y decidió aceptar el desafío para demostrar que podía ser un buen amigo. Al día siguiente, llegó a la escuela dispuesto a poner en práctica lo aprendido del juego.
Cuando los niños se burlaron de él durante el recreo, Joel recordó las palabras escritas en una tarjeta: "La amabilidad es la clave". Así que se acercó a sus compañeros con una sonrisa amable y les preguntó si querían jugar juntos. Al principio, los niños dudaron pero finalmente accedieron.
Jugaron al fútbol e incluso formaron equipos mixtos donde todos tuvieron oportunidad de participar sin importar sus habilidades. Joel también recordó otra tarjeta que decía: "La paciencia es una virtud".
Así que cuando sus compañeros se impacientaban con él, Joel respiraba profundamente y les pedía que le explicaran las cosas de manera más clara. Poco a poco, los niños comenzaron a entenderlo mejor y aceptar su discapacidad. El tiempo pasó y Joel continuó superando desafíos del juego.
Aprendió a escuchar atentamente, a ser comprensivo y a ayudar a los demás en lo que pudiera. Sus compañeros comenzaron a apreciar su amabilidad y se dieron cuenta de que Joel era un niño especial.
Un día, cuando Joel estaba cerca de completar todos los desafíos del juego, ocurrió algo inesperado. Un nuevo niño llegó al colegio llamado Mateo, quien también tenía discapacidad mental. Los demás niños no sabían cómo tratarlo y algunos incluso se mostraban distantes o burlones.
Pero Joel recordó el último desafío del juego: "Sé un verdadero amigo incluso en los momentos difíciles". Así que se acercó a Mateo con una sonrisa cálida y le ofreció su amistad.
Juntos jugaron durante el recreo e incluso compartieron sus juguetes favoritos. Los otros niños observaron la bondad de Joel hacia Mateo y decidieron seguir su ejemplo. Pronto, todos aprendieron que no importa si alguien es diferente o tiene una discapacidad, lo importante es tratarlos con respeto y amabilidad.
Desde aquel día, Joel se convirtió en el amigo perfecto para todos sus compañeros. La magia del juego había hecho efecto en su corazón y en el de los demás.
Juntos, descubrieron que la verdadera amistad puede superar cualquier barrera. Y así, Joel enseñó a todos que no importa cuán diferentes seamos, siempre podemos encontrar una manera de llevarnos bien y ser buenos amigos. Porque la verdadera magia está en el corazón de las personas.
FIN.