El amigo monstruoso



Había una vez un grupo de chicos y chicas que decidieron hacer una caminata por el bosque.

Todos estaban muy emocionados por la aventura que les esperaba, pero también tenían un poco de miedo ya que habían oído rumores sobre monstruos en el bosque. "¿Están seguros de que queremos hacer esto?" preguntó Tomás, uno de los chicos del grupo. "Sí, vamos a tener una gran aventura", respondió Sofía, la líder del grupo.

Así comenzaron su caminata por el bosque. La naturaleza era hermosa y todos disfrutaban del paisaje. Pero pronto se dieron cuenta de que no estaban solos en el bosque. "¡Miren allá!" gritó Ana señalando hacia unos arbustos.

"¿Qué es eso?"De repente, apareció un monstruo enorme con garras afiladas y dientes filosos. "¡Ahhhh! ¡Un monstruo!" gritaron todos al unísono mientras corrían para escapar. Pero Sofía detuvo al grupo y dijo: "Esperen chicos, no corran.

Tal vez este monstruo no sea malo". El monstruo se acercó lentamente hacia ellos mientras todos temblaban de miedo. Pero cuando llegó frente a ellos, se quitó la máscara y reveló ser su amigo Juan disfrazado como parte de una broma pesada.

Todos rieron cuando vieron a Juan desenmascarado y se sintieron tontos por haberse asustado tanto. A partir de ese momento aprendieron a no juzgar algo solo por su apariencia.

Sin embargo, más tarde en su camino encontraron otro obstáculo: un río que tenía una fuerte corriente. Todos estaban preocupados por cómo cruzarlo, pero Sofía dijo: "No se preocupen chicos, tengo una idea".

Sofía recordó lo que había aprendido en la escuela sobre cómo construir puentes improvisados y rápidamente comenzó a juntar ramas y piedras para crear un puente provisional. Con mucho esfuerzo lograron cruzar el río de manera segura. Finalmente llegaron al final del bosque donde encontraron un tesoro escondido.

Pero este tesoro no era oro ni joyas, sino una vista espectacular desde la cima de la montaña. "¡Guau! ¡Qué hermoso!" exclamó Tomás mientras todos admiraban la vista.

Después de esta aventura, los chicos y chicas aprendieron que no hay obstáculo demasiado grande si trabajan juntos y usan su ingenio. También aprendieron que las apariencias pueden engañar y siempre deben darle a las cosas una oportunidad antes de juzgarlas. Y así, terminó su emocionante caminata por el bosque con muchas lecciones valiosas aprendidas.

FIN.

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