El amigo multicolor de Dibu Martinez

Había una vez un chico llamado Dibu Martinez, que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas y ríos. Dibu era muy creativo y siempre dibujaba todo lo que veía a su alrededor.

Le encantaba plasmar en papel los paisajes, las personas y los animales que encontraba en su camino. Un día, mientras caminaba por el bosque con su cuaderno de dibujo en mano, se encontró con una ardilla muy peculiar.

La ardilla tenía un pelaje multicolor y unos ojos brillantes como diamantes. Dibu quedó impresionado por la belleza del animalito y decidió dibujarlo. "¡Hola! ¿Qué estás haciendo?", preguntó sorprendida la ardilla. "Estoy dibujándote", respondió Dibu sonriendo.

La ardilla se acercó curiosa al cuaderno de Dibu para ver el dibujo y quedó fascinada. A partir de ese momento, la ardilla se convirtió en la amiga inseparable de Dibu y lo acompañaba a todas partes.

Un día, mientras caminaban juntos por el bosque, escucharon unos gritos desesperados. Al acercarse al lugar del ruido descubrieron que un conejito había caído a un pozo profundo y no podía salir por sus propios medios. Dibu intentó sacar al conejito pero no tenía suficiente fuerza para hacerlo solo.

Fue entonces cuando recordó uno de sus dibujos donde había retratado a varios animales trabajando juntos para lograr algo difícil. "¡Ardi! Necesito tu ayuda", exclamó emocionado Dibu.

"¿Podrías buscar a tus amigos para que nos ayuden a sacar al conejito del pozo?". La ardilla asintió y rápidamente fue en busca de otros animales. Pronto llegaron un zorro, un oso, una tortuga y varios pájaros dispuestos a colaborar.

Juntos trabajaron arduamente hasta que finalmente lograron sacar al conejito del pozo sano y salvo. Todos los animales celebraron la hazaña con alegría. "¡Gracias por salvarme!", dijo el conejito emocionado mientras abrazaba a Dibu.

"No lo hubiera logrado sin la ayuda de mis amigos", respondió Dibu con humildad. A partir de ese momento, los animales se convirtieron en grandes amigos de Dibu y lo acompañaban siempre en sus aventuras. Juntos aprendieron la importancia del trabajo en equipo, la solidaridad y el valor de la amistad verdadera.

Y así, Dibu Martinez vivió feliz rodeado de sus amigos animales que lo inspiraban cada día para seguir dibujando todo lo que veía en su camino.