El amor de Apolo y Tati

Apolo vivía en un hermoso pueblo rodeado de majestuosas montañas. Su fiel compañero era Toby, un perro juguetón y leal. Un día, mientras paseaba por el prado, vio a una joven llamada Tati. Quedó impresionado por su belleza y gentileza.

-Hola, soy Apolo -se presentó nervioso. -¡Hola! Yo soy Tati -respondió con una sonrisa. Desde ese día, Apolo no podía dejar de pensar en Tati. Quería impresionarla, así que decidió aprender a tocar la guitarra para dedicarle una canción.

Con esfuerzo y paciencia, practicaba todos los días. Toby lo acompañaba con entusiasmo, moviendo la cola al ritmo de la música. Finalmente, llegó el día en que Apolo se sintió seguro de tocar la canción frente a Tati.

La invitó a una tarde en el parque y, con su guitarra en mano, interpretó la melodía. Tati lo escuchó con admiración y emoción. -¡Es hermosa! Me encantó -exclamó Tati emocionada. Apolo pudo ver el brillo de alegría en los ojos de Tati.

A partir de ese momento, Apolo y Tati comenzaron a pasar más tiempo juntos. Compartían paseos por el pueblo, admiraban la naturaleza y se divertían con Toby. Sin embargo, un día, Toby desapareció.

Apolo y Tati lo buscaron por todas partes, pero no lograron encontrarlo. Apolo estaba triste, pero recordó que Toby siempre le enseñó a nunca darse por vencido. Decidieron colocar carteles por el pueblo y pedir ayuda a los vecinos.

Al cabo de unos días, una familia los contactó para decirles que habían encontrado a Toby deambulando por el bosque. Apolo y Tati corrieron hacia allí y, al ver a Toby, lo abrazaron con felicidad. Desde ese día, Apolo aprendió la importancia de la perseverancia y la solidaridad.

Su amor por Tati, fortalecido por esta experiencia, creció aún más. Un año después, en el festival anual del pueblo, Apolo subió al escenario con su guitarra y cantó una canción dedicada a Tati, quien escuchaba emocionada.

Al finalizar la canción, Apolo le pidió a Tati que fuera su novia. Con una sonrisa radiante y lágrimas de alegría, Tati aceptó.

Juntos, Apolo, Tati y Toby vivieron muchas aventuras en el hermoso pueblo y aprendieron que el amor, la perseverancia y la solidaridad son pilares fundamentales para construir una vida feliz.