El amor de Eloide y Noru
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Arcoiris, una joven llamada Eloide. Ella era muy especial, ya que tenía la capacidad de ver la belleza en cada pequeña cosa a su alrededor.
Noru, un chico amable y gentil, se había convertido en su novio hace algún tiempo. Sin embargo, Eloide no sabía cómo expresar sus sentimientos hacia Noru de la manera adecuada.
Si bien lo admiraba y disfrutaba cada momento que pasaban juntos, le costaba decir esas tres palabras mágicas: "Te quiero". A veces se sentía insegura y confundida sobre lo que realmente significaba el amor.
Un día, mientras paseaba por el prado con su mejor amiga Maia, Eloide suspiró y dijo: "Maia, extraño a Noru. Aunque no supe quererlo muy bien, me doy cuenta de cuánto amor le tenía. Quisiera volver a pasar mis días con él". Maia sonrió cálidamente y abrazó a Eloide con ternura.
"-No te preocupes, querida amiga", dijo Maia con voz tranquilizadora. "-A veces el amor necesita tiempo para crecer y madurar en nuestros corazones. Si sientes que Noru es especial para ti, entonces debes seguir tu corazón".
Animada por las palabras de Maia, Eloide decidió darle una segunda oportunidad al amor con Noru. Se dirigió al parque donde solían encontrarse y lo vio sentado en el banco bajo un árbol. "-Noru", comenzó timidamente Eloide. "-Quiero decirte algo importante...
No sé si fui capaz de expresarte todo mi cariño como realmente quería hacerlo antes. "Noru levantó la mirada sorprendido y sonrió con dulzura. "-Eloide, siempre he sentido tu amor en cada gesto y mirada tuya.
No necesitas decir nada más; tus acciones hablan más fuerte que las palabras". Eloide sintió cómo un peso se levantaba de sus hombros mientras se abrazaban bajo la luz del atardecer. Habían encontrado en ese momento la conexión verdadera que buscaban.
Desde ese día en adelante, Eloide aprendió que el amor va más allá de las palabras; se trata de estar presente y compartir momentos especiales con quienes apreciamos.
Y así, ella vivió feliz junto a Noru recordando siempre aquellos días llenos de estrellas donde descubrió cuánto amor podía tener en su corazón. Y colorín colorado este cuento ha terminado pero recuerda ¡nunca subestimes el poder del amor verdadero!
FIN.