El amor de Felipito por el queso
Había una vez, en un pequeño pueblo de Argentina, un ratón llamado Felipito. Era un ratón muy curioso y aventurero que siempre estaba buscando nuevas experiencias.
Un día, mientras exploraba los alrededores de su casa, se topó con un camión estacionado frente a la tienda de quesos del pueblo. Felipito no podía resistir el olor tentador del queso fresco y decidió investigar más de cerca.
Cuando se acercó al camión, notó que había una gran cantidad de cajas apiladas con diferentes tipos de quesos: mozzarella, parmesano, cheddar y muchos más. De repente, escuchó una voz detrás de él diciendo: "¿Qué estás haciendo aquí?", era el repartidor de quesos.
Felipito quedó sorprendido pero respondió rápidamente: "Solo estoy admirando tus quesos". El repartidor sonrió y le ofreció probar un pedazo. Desde ese día en adelante, Felipito visitaba cada semana al amable repartidor para disfrutar deliciosas muestras de queso.
Pero lo que no sabía el pequeño ratón es que sus visitas eran notadas por algunos gatos callejeros que acechaban la zona. Un día mientras probaban distintos tipos de quesos juntos, uno de los gatos saltó desde detrás del camión intentando atrapar a Felipito.
El ratón corrió tan rápido como pudo hacia el interior del camión y accidentalmente se escondió dentro de una caja llena de queso parmesano. Cuando finalmente salió fuera después del susto encontró a todos los gatos rodeándolo mirándolo con hambre.
Justo en ese momento, el repartidor llegó y se dio cuenta de la situación. "¡Aléjense de mi amigo Felipito!" gritó mientras agitaba su escoba. Los gatos se alejaron rápidamente y Felipito agradeció al repartidor por salvarlo.
Fue entonces cuando decidió que era hora de volver a casa y dejar atrás sus aventuras. A partir de ese día, Felipito visitaba al amable repartidor no solo por el queso, sino para compartir historias sobre sus aventuras juntos.
Y aunque siempre recordaría esa emocionante experiencia, también aprendió que es importante ser cauteloso en situaciones peligrosas.
Y así fue como El ratón Felipito y sus aventuras con el repartidor de quesos terminaron siendo una historia inspiradora y educativa para todos los niños del pueblo.
FIN.