El Amor de María



Había una vez en un pequeño pueblo de Argentina, una niña llamada María. Desde que era muy pequeña, María siempre fue especial. Tenía una sonrisa radiante y un corazón lleno de amor por todos los que la rodeaban.

Un día, mientras María jugaba en el campo con sus amigos, algo mágico sucedió. De repente, un grupo de angelitos apareció entre las nubes y se acercaron a ella.

Los angelitos eran hermosos, con alas brillantes y vestidos blancos como la nieve. "María", le dijo uno de los angelitos con voz suave y melodiosa, "Dios te ha elegido para cumplir una misión muy importante".

María miró asombrada a los angelitos y les preguntó: "¿Cuál es mi misión?"Los angelitos sonrieron y le dijeron: "Te llevaré al cielo para ser mamá de alguien muy especial". Sin pensarlo dos veces, María tomó la mano del ángelito líder y comenzaron a elevarse hacia el cielo.

Mientras volaban entre las nubes blancas y esponjosas, María sentía una gran paz en su corazón. Finalmente llegaron al cielo, donde fue recibida por otros ángeles cantando canciones hermosas. Pero lo más sorprendente fue cuando vio a Dios sentado en su trono dorado.

"Dios" , exclamó emocionada María, "¿Por qué me has elegido?"Dios sonrió amorosamente y respondió: "María, tú tienes el don del amor incondicional. Eres capaz de dar esperanza a aquellos que han perdido la fe.

Quiero que seas la mamá de mi hijo, Jesús". María se sintió abrumada por la emoción y la alegría. Ella aceptó con humildad el regalo que Dios le había dado. Poco tiempo después, María regresó a su pueblo en Argentina.

Su embarazo fue un misterio para todos, pero ella confiaba en Dios y sabía que todo saldría bien. Un día, mientras María caminaba por el mercado del pueblo, se encontró con un carpintero llamado José. Los dos se enamoraron y decidieron casarse.

A medida que pasaban los meses, el vientre de María crecía cada vez más. La gente comenzó a notar su dulce sonrisa y su amor incondicional hacia todos.

No importaba si eran ricos o pobres, jóvenes o viejos; María siempre estaba dispuesta a ayudarlos. Finalmente llegó el día tan esperado. En una pequeña cabaña en Belén, María dio a luz al niño Jesús. La alegría llenó el aire mientras los ángeles cantaban canciones de celebración.

Los pastores del campo vinieron corriendo para ver al recién nacido y ofrecerle sus dones. Los Reyes Magos también llegaron desde lejanas tierras para adorar al niño Jesús.

A lo largo de los años, Jesús creció bajo el cuidado amoroso de María y José. Él aprendió los valores del amor, la compasión y la bondad gracias al ejemplo de sus padres terrenales.

La historia de María es recordada hasta el día de hoy como un símbolo del poder del amor incondicional y la importancia de hacer el bien sin esperar nada a cambio.

María nos enseñó que todos tenemos un propósito en la vida y que, incluso las personas más humildes, pueden tener un impacto profundo en el mundo.

Y así, la historia de María niña elegida por Dios, mamá de Jesús, se convirtió en una inspiración para todos los niños y niñas del mundo, recordándonos que cada uno de nosotros tiene el poder de hacer grandes cosas cuando amamos con todo nuestro corazón.

FIN.

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