El amor de María

María era una madre muy ocupada, siempre atendiendo su trabajo y pendiente de mil cosas. Su adorable hija Sofía deseaba pasar tiempo con ella, pero María siempre estaba ocupada.

Afortunadamente, la abuelita de Sofía vivía cerca y se encargaba de cuidarla con mucho amor. Sofía amaba a su mamá y añoraba su atención, pero la abuelita le enseñó que el amor también se expresa con paciencia y comprensión.

Juntas, abuela y nieta idearon un plan para demostrarle a María cuánto la amaban. Sofía le escribió cartas a su mamá contándole lo especial que era para ella y sus momentos favoritos juntas. La abuelita preparó una cena especial y entre todas las tres armaron una noche mágica para María.

Al ver el esfuerzo y cariño de su hija y su madre, María se conmovió profundamente. A partir de entonces, María comenzó a organizarse mejor para pasar más tiempo con Sofía, demostrándole su amor en acciones cotidianas.

Aprendió a apreciar los pequeños momentos juntas y a equilibrar su vida laboral con su tiempo familiar. Sofía y María se convirtieron en el mejor equipo, aprendiendo juntas que el amor se demuestra en cada detalle y momento compartido.