El amor de María y Juan

Había una vez una joven llamada María, a quien le encantaba pasear por las afueras de su casa. Un día, mientras caminaba por el campo, se encontró con un joven llamado Juan, quien también disfrutaba de la naturaleza. Cuando sus miradas se cruzaron, sintieron una conexión especial y comenzaron a conversar.

María y Juan pasaban horas juntos, explorando el bosque, observando los animales y disfrutando del aire fresco. Su amor crecía día a día, llenando sus corazones de alegría y esperanza. Sin embargo, un día, una gran tormenta sorprendió a la pareja mientras paseaban, separándolos. María se sintió desesperada al no encontrar a Juan, pero recordando lo que le enseñaron en la escuela sobre los protocolos de seguridad, decidió refugiarse y esperar a que pase la tormenta.

Mientras tanto, Juan también recordó lo que aprendió en la escuela y buscó refugio bajo un árbol. Después de que la tormenta cesó, ambos salieron en busca el uno del otro, preocupados por su bienestar. Finalmente, se encontraron sanos y salvos, y el alivio que sintieron fue indescriptible. A partir de ese día, prometieron cuidarse mutuamente y siempre estar preparados para enfrentar cualquier situación.

El amor de María y Juan creció aún más fuerte después de superar la tormenta juntos. Aprendieron la importancia de la precaución, el cuidado mutuo y la valentía. Se casaron y vivieron felices para siempre, recordando siempre que el amor verdadero es capaz de superar cualquier obstáculo.

Y así, María y Juan demostraron que el amor, la precaución y el cuidado mutuo son clave para una vida feliz y segura.