El amor de María y Santi
Había una vez una mamá llamada María, quien estaba a punto de tener a su bebé, Vega. Aunque estaba emocionada por convertirse en madre, también sentía un poco de miedo.
No sabía qué esperar y se preocupaba por si sería capaz de cuidar bien a su pequeño. Pero Maria tenía alguien muy especial en su vida: su papá, Santi. Él era un hombre cariñoso y atento que siempre había estado allí para ella.
Santi amaba mucho a María y sabía que juntos podrían superar cualquier desafío que se les presentara. Un día, mientras María descansaba en la cama con sus pies hinchados, Santi entró a la habitación con una sonrisa en el rostro.
"Hola hijita", dijo Santi. "¿Cómo te sientes hoy?""Estoy un poco asustada, papá", respondió María. "No sé si seré buena mamá". Santi se sentó al lado de su hija y le tomó la mano con ternura.
"María, quiero que sepas algo importante", comenzó a decir Santi. "Ser mamá no es fácil para nadie. Todos tenemos miedos y dudas cuando nos enfrentamos a lo desconocido. Pero lo más importante es tener amor y apoyo incondicional".
Maria miró fijamente los ojos de su padre mientras él continuaba hablando. "Tú eres fuerte e inteligente", dijo Santi con orgullo. "Y estoy aquí para ti en cada paso del camino.
Juntos podemos aprender cómo cuidar a Vega y darle todo el amor del mundo". Las palabras de Santi llenaron el corazón de Maria de confianza y valentía. Sabía que no estaba sola y que su papá estaría allí para ayudarla en todo momento.
El día del nacimiento de Vega finalmente llegó. Maria dio a luz a una hermosa niña con ojos brillantes y cabello oscuro como la noche. Fue un momento mágico que llenó a María de amor y felicidad.
A medida que los días pasaban, Maria comenzó a descubrir su instinto maternal. A veces cometía errores, pero siempre aprendía de ellos. Santi estaba allí para guiarla y apoyarla cuando lo necesitaba. Con el tiempo, María se convirtió en una madre increíblemente fuerte y amorosa.
Vega creció rodeada de amor incondicional y cuidado constante. Un día, cuando Vega ya era una niña mayor, María le contó la historia de cómo ella tenía miedo al convertirse en mamá por primera vez.
"Pero gracias a tu abuelo Santi", dijo María con cariño, "aprendimos juntos cómo ser valientes y enfrentar nuestros miedos". Vega sonrió mientras escuchaba la historia. Estaba orgullosa de su mamá por superar sus temores y construir una familia feliz junto a su abuelo Santi.
Y así, María, Vega y Santi vivieron felices para siempre, recordando siempre que el amor y el apoyo pueden ayudarnos a superar cualquier obstáculo en la vida.
FIN.