El amor de Martina y Juan



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Feliz, dos jóvenes llamados Martina y Juan. Martina era una chica alegre, creativa y siempre dispuesta a ayudar a los demás.

Juan, por su parte, era un chico amable, trabajador y muy cariñoso. Se conocieron en la escuela primaria y desde entonces se volvieron inseparables.

Un día, mientras paseaban por el parque central del pueblo, Juan se arrodilló frente a Martina con un anillo en la mano y le dijo:"Martina, desde que te conocí supe que eras la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida.

¿Te gustaría casarte conmigo?"Martina no podía creerlo, estaba tan emocionada y feliz que solo pudo asentir con la cabeza antes de abrazar a Juan con todas sus fuerzas. "¡Sí, sí quiero casarme contigo!", exclamó Martina entre lágrimas de emoción. Así fue como comenzaron los preparativos para la boda.

Martina y Juan querían que fuera un día especial lleno de amor y alegría. Invitaron a todos sus amigos y familiares del pueblo a celebrar juntos su unión. Sin embargo, cuando faltaba poco tiempo para la boda, una fuerte tormenta azotó Villa Feliz.

La lluvia no paraba de caer y parecía que todo se iba a arruinar. "¡Oh no! ¿Y si la lluvia arruina nuestra boda?", lamentaba Martina preocupada.

Pero Juan sonrió y le dijo:"Tranquila amor, mientras estemos juntos nada puede arruinar este día tan especial". Decidieron entonces cambiar el lugar de la ceremonia al granero del abuelo de Juan.

Aunque no era lo planeado, lograron decorarlo hermosamente con luces y flores gracias a la ayuda de todos en el pueblo. Finalmente llegó el día de la boda. A pesar de las adversidades, Martina lucía radiante caminando hacia el altar tomada del brazo de su padre. Juan esperaba emocionado al final del pasillo con los ojos brillantes.

La ceremonia fue emotiva y llena de amor. Todos los invitados se emocionaron al ver lo felices que eran Martina y Juan juntos.

Al finalizar la ceremonia, salieron juntos del granero bajo un cielo despejado y lleno de estrellas. "Gracias por enseñarme que juntos podemos superar cualquier obstáculo", dijo Martina entre lágrimas de felicidad. "Te amo más allá de las estrellas", respondió Juan dándole un tierno beso en los labios.

Y así fue como Martina y Juan demostraron que el verdadero amor va más allá de las circunstancias externas; es comprensión mutua, apoyo incondicional y estar ahí el uno para el otro pase lo que pase. Y vivieron felices para siempre en Villa Feliz.

FIN.

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