El amor de Támara y Juan



Támara era una niña muy curiosa y alegre, a la que le encantaba pasar el tiempo en el jardín observando las flores y jugando con sus muñecas.

Un día, mientras paseaba por el parque, conoció a Juan, un niño muy simpático que estaba alimentando a las palomas. Desde ese momento, Támara sintió cosquillas en el estómago cada vez que veía a Juan. "Hola, soy Támara", se presentó tímidamente. "Mucho gusto, soy Juan.

¿Te gustaría ayudarme a alimentar a las palomas?", respondió Juan con una sonrisa. Desde entonces, Támara y Juan se volvieron inseparables. Juntos descubrían el mundo, compartían sus juguetes y se divertían en el parque.

Pero un día, Juan tuvo que mudarse a otra ciudad, lo que entristeció mucho a Támara. Sin embargo, en lugar de dejarse vencer por la tristeza, Támara decidió escribirle cartas a Juan y le contaba todo lo que le sucedía.

Esta experiencia enseñó a Támara la importancia de la comunicación y la perseverancia en una relación. A medida que pasaba el tiempo, Támara y Juan seguían en contacto y prometieron reencontrarse cuando pudieran. Su amistad y cariño mutuo los ayudaron a superar la distancia y a fortalecer su amor.

Finalmente, cuando Támara y Juan se reencontraron, comprendieron que su amistad y amor se habían hecho aún más fuertes. Se dieron cuenta de que las dificultades solo habían hecho su vínculo más especial.

Desde entonces, Támara y Juan siguieron siendo grandes amigos, disfrutando de cada aventura juntos, y siempre recordaron que el amor verdadero puede superar cualquier obstáculo.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!