El amor de Tomás


Había una vez un niño llamado Tomás que vivía en un pequeño pueblo en Argentina. Tomás era muy cariñoso y siempre mostraba su amor a través de abrazos y besos.

Pero había algo que le preocupaba mucho: su abuela, Doña Rosa, vivía lejos y no podía visitarla tan seguido como él quisiera. Un día, Tomás recibió una noticia triste. Su mamá le dijo que Doña Rosa estaba enferma y tenía que ser ingresada al hospital.

El niño se puso muy triste al escuchar esto, ya que quería estar cerca de su abuela en esos momentos difíciles. Tomás decidió hacer algo especial para demostrarle cuanto la quería.

Se puso a dibujar un hermoso collage lleno de colores brillantes y mensajes de amor. Después de terminarlo, lo metió dentro de una carta y escribió "Para mi querida abuela" en el sobre. Al día siguiente, Tomás fue con su mamá al hospital donde estaba internada Doña Rosa.

Cuando llegaron a la habitación, el niño vio a su abuela acostada en la cama con una sonrisa débil en el rostro. "¡Abuela!" -exclamó Tomás emocionado mientras corría hacia ella.

Pero antes de poder darle un beso como siempre hacían cuando se veían, la mamá del niño intervino:"Tomás, recuerda que tu abuela está enferma y no debemos exponerla a ningún contagio.

"El niño sintió cómo sus ojos se llenaban de lágrimas porque no podía entender por qué no podía besarla. Sin embargo, recordó el collage que había hecho y decidió que podía utilizarlo para mostrar su amor de una manera diferente. Tomás se acercó a la cama de Doña Rosa y le entregó la carta.

La abuela abrió el sobre y encontró el hermoso collage lleno de colores y mensajes positivos. Sus ojos se llenaron de lágrimas al leer las palabras escritas por su nieto.

"¡Oh, Tomás! Esto es lo más hermoso que he recibido en mucho tiempo", dijo Doña Rosa con voz emocionada. El niño sonrió, feliz de haber encontrado una forma especial de expresar su amor hacia su abuela sin tener que darle un beso físico.

A partir de ese momento, cada vez que visitaba a Doña Rosa en el hospital, Tomás le llevaba dibujos, cartas y pequeños regalos para alegrar sus días difíciles. Con el tiempo, la abuela comenzó a mejorar gracias al amor incondicional de su nieto.

Finalmente, llegó el día en que Doña Rosa fue dada de alta del hospital y pudo volver a casa. Cuando Tomás fue a visitarla después de tantos meses separados, no pudo contener su emoción.

Corrió hacia ella y esta vez sí pudo darle un fuerte abrazo y muchos besos cariñosos. La historia del niño valiente que encontró formas creativas para demostrar su amor enseñó a todos los niños del pueblo sobre la importancia del cariño en tiempos difíciles.

Aprendieron que no siempre podemos hacer las cosas como queremos, pero siempre podemos encontrar alternativas para mostrar nuestro amor hacia las personas especiales en nuestras vidas.

Y así, Tomás se convirtió en un ejemplo de amor y resiliencia para todos los niños del pueblo, recordándoles que el amor nunca tiene límites y siempre encuentra la manera de brillar incluso en las situaciones más difíciles.

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