El amor de Tomás



Tomás era un bebé prematuro que, desde muy pequeño, sentía un amor muy especial por su papá. Aunque era tan chiquito, tenía un gran deseo de expresarle a su papá lo feliz que estaba de ser su hijo y lo mucho que lo amaba. Un día, cuando Tomás ya era un niño un poco más grande, decidió contarle a su papá todo lo que sentía desde que estaba en la barriga de su mamá.

"Papá, quiero contarte algo muy importante", dijo Tomás con entusiasmo.

"¡Claro, Tomás! ¿Qué es lo que quieres decirme?", respondió su papá con una sonrisa cariñosa.

Tomás le habló a su papá sobre lo mucho que le gustaba escucharlo cantar cuando estaba en la barriga de mamá. Le contó que, aunque era muy chiquito, podía sentir la alegría en su voz y eso lo hacía muy feliz. Su papá lo escuchaba atentamente, conmovido por las palabras de su hijo.

Pero Tomás no se detuvo ahí. También le dijo a su papá lo seguro que se sintió al conocerlo estando en la incubadora. A pesar de estar rodeado de aparatos y luces brillantes, el amor y la cercanía de su papá lo hacían sentir protegido y amado. Su papá sintió un nudo en la garganta al escuchar las palabras de su pequeño gran guerrero.

Finalmente, Tomás le contó a su papá lo maravilloso que era estar en canguro, piel con piel, en su pecho. Sentir el latido de su corazón y el calor de su abrazo lo reconfortaba de una manera que no podía explicar con palabras. Su papá, con lágrimas en los ojos, abrazó a Tomás con ternura y le dijo cuánto lo amaba.

Desde ese día, la conexión entre Tomás y su papá se hizo aún más fuerte. Tomás aprendió que, aunque haya tenido un comienzo pequeñito en la vida, el amor y el cuidado de su papá lo habían ayudado a crecer fuerte y valiente. Y su papá, por su parte, entendió lo importante que era para Tomás sentir su amor y protección en cada paso de su vida. Juntos, seguirían construyendo un amor que crecería más y más, cada día.

FIN.

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