El Amor de un Sueño
Había una vez en un hermoso campo de la Patagonia argentina, una ovejita llamada Pablo. A Pablo le encantaba jugar y explorar el bosque cercano a su hogar.
Siempre se aventuraba entre los árboles, saltando de roca en roca y descubriendo nuevos lugares. Un día soleado, mientras sus papás, Sofía y Oscar, estaban ocupados con las tareas del campo, Pablo decidió adentrarse aún más en el bosque. Estaba tan emocionado por todas las maravillas que podría encontrar.
Sin embargo, a medida que avanzaba entre los árboles altos y frondosos, comenzó a perderse. Pablo caminaba sin rumbo durante horas tratando de encontrar el camino de regreso a casa. Pero cuanto más andaba, más confundido se sentía.
El sol empezó a ocultarse detrás de las montañas y la oscuridad comenzó a envolverlo. Mientras tanto, Sofía y Oscar notaron que Pablo no había vuelto para la cena.
Se preocuparon mucho al darse cuenta de que su pequeño hijo estaba perdido en el bosque oscuro. Sin pensarlo dos veces, salieron corriendo hacia el bosque para buscar a Pablo.
Llevaban linternas y gritaban su nombre desesperadamente: "¡Pablo! ¡Pablito!" Pero no había señales de él por ningún lado. Después de horas buscando incansablemente entre los árboles gigantes, Sofía y Oscar se detuvieron exhaustos. Fue entonces cuando algo extraño ocurrió: se miraron uno al otro con sorpresa y confusión. - ¿Y si...
? - empezó a decir Sofía, pero no pudo terminar la frase. - ¿Y si Pablo nunca existió? - completó Oscar con un nudo en la garganta. Ambos se quedaron en silencio, dejando que esa idea se asentara en sus mentes.
¿Cómo podía ser posible? Habían cuidado y amado a su pequeño Pablo desde el día en que nació. Pero ahora parecía que todo había sido solo una ilusión.
En ese momento, una brisa fresca sopló entre los árboles y Sofía sintió algo especial. Se dio cuenta de que aunque Pablo pudiera haber sido producto de su imaginación, el amor y el cariño que sentían por él eran reales.
Con lágrimas en los ojos, Sofía tomó la mano de Oscar y dijo: "Aunque Pablo pueda ser solo un sueño, nuestro amor por él es verdadero. Y eso es lo más importante". Oscar asintió con tristeza pero también con determinación.
Juntos decidieron regresar a casa y mantener vivo el recuerdo de su hijo imaginario. A partir de ese día, dedicaron tiempo a ayudar a otros animales del campo y plantaron flores para embellecer aún más su hogar.
Con el tiempo, Sofía y Oscar aprendieron a aceptar la realidad y encontrar alegría en las cosas simples de la vida. Siempre recordaron a Pablo como un símbolo del amor incondicional que tenían entre ellos.
Y así fue como esta historia nos enseña que incluso cuando nuestros sueños se desvanecen o nuestras expectativas no se cumplen, siempre podemos encontrar felicidad si abrimos nuestros corazones al amor y creamos momentos especiales junto a quienes nos rodean. Porque, al final del día, el amor verdadero siempre será real y duradero. Fin.
FIN.