El amor del Rey y la Reina


Había una vez en un reino muy lejano, una reina y un rey que gobernaban con sabiduría y justicia. La reina era conocida por su bondad y generosidad, mientras que el rey se destacaba por su valentía y astucia.

Juntos formaban un equipo formidable que era admirado por todos los habitantes del reino.

Un día, llegó a la corte del rey un mensajero con noticias alarmantes: un dragón estaba sembrando el caos en las tierras del sur, quemando cosechas y aterrorizando a los aldeanos. El rey y la reina decidieron actuar de inmediato para proteger a su pueblo. "Querida esposa, debemos enfrentar juntos a este terrible dragón que amenaza a nuestro reino", dijo el rey con determinación.

La reina asintió con valentía y juntos emprendieron el viaje hacia el sur, acompañados por los mejores caballeros y magos del reino. Tras varios días de travesía, finalmente llegaron al pueblo asolado por el dragón.

El monstruo escupía fuego sin control, creando llamas que consumían todo a su paso. El rey desenvainó su espada y se preparó para el combate, mientras que la reina tomó una decisión inesperada.

En lugar de atacar al dragón, se acercó a él con calma y comenzó a hablarle con voz suave. "Querido dragón, ¿por qué causas tanto daño en estas tierras? Seguramente hay una razón detrás de tu furia", dijo la reina con compasión.

El dragón detuvo su ataque sorprendido por las palabras de la reina. Lentamente bajó la cabeza y comenzó a relatar su historia: había sido expulsado de sus tierras por unos cazadores furtivos que buscaban su tesoro escondido.

Herido y desesperado, había encontrado refugio en aquel pueblo pero su dolor lo había cegado provocando así tanta devastación. La reina escuchó atentamente al dragón y sintió empatía por su situación.

Luego se dirigió al pueblo reunido frente al espectáculo atónito:"Nuestro deber no es luchar contra aquellos que sufren, sino ayudarlos a encontrar paz en sus corazones. "El pueblo asintió comprendiendo las palabras de la sabia soberana.

Entonces todos juntos idearon un plan para ayudar al dragón: los magos sanaron sus heridas mientras los campesinos le ofrecieron comida y cobijo. Con el tiempo, el dragón recuperó sus fuerzas gracias al amor y cuidado brindados por la comunidad. Agradecido, decidió quedarse en aquellas tierras convirtiéndose en amigo y protector del pueblo.

El regreso triunfal del Rey andante junto a la Reina solidaria fue celebrado con alegría en todo el Reino como ejemplo de cómo la comprensión puede vencer cualquier adversidad.

Y así demostraron que incluso ante las criaturas más temibles, el amor siempre prevalece si se cultiva desde el corazón.

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