El Amor en La Casona
Había una vez en un pequeño pueblo llamado La Casona, una mujer llamada Marcia. Marcia vivía en una hermosa casa de campo rodeada de árboles frutales y flores coloridas.
Era conocida por su habilidad para cultivar las mejores verduras y criar animales saludables. Sin embargo, a pesar de su aparente felicidad, Marcia llevaba consigo un gran secreto: maltrataba a su esposo, Juan.
Juan era un hombre amable y trabajador que siempre trataba de complacer a su esposa, pero sin importar lo que hiciera, nunca era suficiente para ella. Un día, mientras Marcia estaba cosechando zanahorias en el huerto trasero, se encontró con un conejo muy peculiar.
El conejo tenía unos ojos brillantes y una sonrisa amistosa en su rostro animal. "Hola Marcia", dijo el conejo con voz dulce. Marcia se sorprendió al escuchar al conejo hablar. "¿Quién eres?", preguntó ella. "Soy el Conejo Sabio", respondió el conejo.
"He venido aquí para ayudarte a encontrar la verdadera felicidad". Marcia sintió curiosidad y decidió escuchar lo que el Conejo Sabio tenía para decirle.
"Marcia -continuó el Conejo Sabio-, sé que te sientes frustrada y descontenta con tu vida, pero maltratar a tu esposo no es la solución". Marcia bajó la mirada avergonzada. Sabía que el Conejo Sabio tenía razón. "Te propongo algo", continuó el Conejo Sabio.
"Durante los próximos siete días, cada vez que sientas la necesidad de maltratar a Juan, debes hacer una buena acción en su lugar. Solo así podrás encontrar la verdadera felicidad". Marcia aceptó el desafío del Conejo Sabio y decidió cambiar su actitud hacia Juan.
El primer día, cuando Marcia sintió la ira crecer dentro de ella, en lugar de gritarle a Juan, decidió prepararle su comida favorita. Juan se sorprendió al ver el gesto amable de su esposa y le agradeció sinceramente. Los días siguientes fueron similares.
Cada vez que Marcia sentía ganas de insultar o menospreciar a Juan, hacía algo bueno por él en cambio. Le preparaba tés calientes cuando llegaba cansado del trabajo, le daba masajes relajantes y hasta le escribía notas llenas de amor y aprecio.
Poco a poco, Marcia comenzó a sentirse más feliz consigo misma. A medida que practicaba actos bondadosos hacia Juan, notó cómo también cambiaban sus pensamientos negativos sobre sí misma.
Al finalizar los siete días del desafío propuesto por el Conejo Sabio, Marcia se dio cuenta de cuánto había mejorado su relación con Juan. Ya no sentía la necesidad de maltratarlo ni menospreciarlo; en cambio, se sentía llena de gratitud y amor hacia él.
Marcia aprendió una valiosa lección: el maltrato no lleva a ninguna parte positiva. El amor y la bondad son los cimientos para construir relaciones saludables y felices. Desde ese día en adelante, Marcia se convirtió en un ejemplo para otras personas en el pueblo.
Comenzó a enseñar a otros sobre la importancia de tratar a los demás con respeto y amabilidad.
Y así, con su cambio de actitud, Marcia logró encontrar la verdadera felicidad y vivir una vida llena de amor y armonía junto a Juan en su hermosa casa de campo en La Casona.
FIN.