El Amor en la Cima de la Montaña



Había una vez en un reino muy lejano, dos monarcas jóvenes y enamorados: el Rey Alejandro y la Reina Yuliana.

A pesar de que sus reinos estaban separados por un profundo valle, eso no impedía que ellos se vieran y compartieran su amor. Alejandro era un rey muy detallista y romántico. Siempre sorprendía a Yuliana con hermosas rosas rojas y deliciosos chocolates.

La Reina Yuliana se sentía la mujer más feliz del mundo al lado de su amado Alejandro. Un día, mientras paseaban por los jardines del castillo, vieron a lo lejos una montaña cubierta de nieve. Yuliana suspiró y dijo: "¡Qué hermosa se ve esa montaña! Me encantaría poder verla más de cerca".

Alejandro sonrió y le tomó la mano diciendo: "Entonces, preparémonos para una aventura". Los dos decidieron emprender un viaje hacia la montaña nevada. Montaron a caballo y atravesaron praderas, bosques y ríos hasta llegar al pie de la imponente montaña.

Pero cuando intentaron escalarla, se dieron cuenta de que el camino estaba bloqueado por enormes rocas. Yuliana miró preocupada a Alejandro, pero él le dijo con determinación: "No te preocupes, mi amor. Encontraremos una solución juntos".

Entonces, comenzaron a buscar alternativas para poder llegar a la cima de la montaña. Después de mucho esfuerzo e ingenio, lograron abrirse paso entre las rocas y finalmente alcanzaron la cima.

Desde allí arriba podían ver todo el reino extendido ante sus ojos, con lagos cristalinos y bosques frondosos. "¡Es maravilloso!", exclamó Yuliana emocionada. Alejandro tomó su mano y le dijo: "Todo esto es tuyo también, mi amada reina.

No hay barreras ni obstáculos que puedan separarnos si estamos juntos". Y así, el Rey Alejandro y la Reina Yuliana comprendieron que el verdadero amor todo lo puede superar.

Aprendieron que trabajar en equipo, apoyarse mutuamente y nunca rendirse eran las claves para alcanzar cualquier sueño por difícil que pareciera. Desde ese día, cada vez que miraban hacia aquella montaña nevada recordaban la aventura vivida juntos y renovaban su compromiso de amor eterno.

Porque cuando dos corazones están unidos por un vínculo tan fuerte como el suyo, ningún desafío es demasiado grande. Y colorín colorado este cuento ha terminado; pero la historia de amor del Rey Alejandro y la Reina Yuliana seguirá creciendo con cada nuevo día lleno de esperanza y felicidad en sus corazones.

FIN.

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