El amor en la playa

En un hermoso pueblo costero de Argentina, vivían dos niños llamados Nikol y Agustín. Ambos eran compañeros de juegos y travesuras desde que tenían memoria. Sin embargo, un hermoso día de verano, algo diferente sucedió.

Agustín se dio cuenta de que sentía algo especial por Nikol, algo que lo hacía sentir mariposas en el estómago. Decidió entonces reunir coraje y pedirle a Nikol si quería salir a pasear con él.

-Nikol, ¿te gustaría ir a pasear conmigo por la playa? -le preguntó Agustín nerviosamente. -¡Claro que sí! -respondió Nikol emocionada. Ambos se encontraron en la playa al atardecer. El sol comenzaba a esconderse en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y rosados.

Mientras caminaban por la orilla del mar, Agustín tomó la mano de Nikol y le dijo con ternura: -Nikol, siento algo muy lindo por ti. Me haces muy feliz. ¿Te gustaría bailar conmigo bajo el cielo estrellado? -Nikol sonrió y asintió.

Bailaron juntos, sintiendo la brisa marina en sus rostros. Al finalizar la dulce melodía, Agustín miró a Nikol profundamente a los ojos y, sin dudarlo, la besó suavemente en los labios. -Gracias por este hermoso día, Agustín.

Me haces sentir especial -dijo Nikol con una sonrisa. Desde ese día, Nikol y Agustín siguieron compartiendo momentos especiales juntos, siempre con respeto y cariño el uno al otro, aprendiendo la importancia de expresar sus sentimientos y emociones de manera sincera.