El Amor en Palabras
Había una vez en un pequeño pueblo en las afueras de Buenos Aires, dos jóvenes llamados Mariana y Alejandro.
Mariana, una chica decidida y soñadora, trabajaba en una librería local, mientras que Alejandro, un ingeniero apasionado, se desempeñaba en una fábrica de maquinaria. El destino los unió en una tarde lluviosa cuando ambos se refugiaron en la misma cafetería. Se miraron a los ojos y algo mágico sucedió en ese instante. -Hola, disculpa ¿puedo compartir tu mesa? -preguntó Alejandro tímidamente.
-¡Claro! Por supuesto, siéntate -respondió Mariana con una sonrisa. Desde ese momento, comenzaron a conversar y descubrieron una pasión mutua por los libros y la poesía.
Comenzaron a verse con regularidad, y cada encuentro era una oportunidad para compartir sus pensamientos, sueños y emociones. -Mariana, tienes la mirada más hermosa que he visto nunca -confesó Alejandro mientras se tomaban de la mano en un parque.
-Y tú tienes la capacidad de llenar de colores mi vida gris -respondió Mariana con los ojos llenos de amor. A medida que su romance florecía, encontraron consuelo y fortaleza en las palabras compartidas. Se enviaban mensajes de amor con fragmentos de sus poetas favoritos y se escribían cartas llenas de promesas y sueños compartidos.
Con el tiempo, decidieron casarse en la misma cafetería donde se conocieron, rodeados de libros y poesía.
Sus votos estaban llenos de citas de sus libros favoritos, y prometieron seguir nutriendo su amor a través de las palabras y los versos. El amor en palabras los había unido para siempre, convirtiéndolos en un ejemplo de amor verdadero y eterno.
FIN.