El amor en pequeñas acciones



Había una vez una pareja llamada Salva y Aina, que llevaban casi un año y medio juntos. Salva era alto, moreno y tenía ojos marrones detrás de sus gafas negras rectangulares.

Por otro lado, Aina era rubia con el pelo rizado y unos hermosos ojos marrones verdosos. Aina estaba muy agradecida por todo lo que Salva hacía por ella. Él siempre estaba allí para apoyarla en cada paso del camino, desde los buenos momentos hasta los malos.

Así que decidió hacer algo especial para demostrarle su amor y gratitud. Un día soleado, Aina invitó a Salva a dar un paseo por el parque cerca de su casa.

Caminaron tomados de la mano mientras disfrutaban del cálido sol y la brisa fresca. De repente, Aina le dijo:"Salva, quiero agradecerte por todo lo que haces por mí. Eres mi roca, mi apoyo incondicional y quiero mostrarte cuánto te quiero".

Salva sonrió dulcemente y respondió:"Aina, tú también significas mucho para mí. Estoy aquí para ti porque te amo más de lo que puedo expresar con palabras". Entonces Aina sacó un pequeño paquete envuelto en papel brillante y se lo entregó a Salva.

"Espero que esto te guste", dijo emocionada. Salva abrió el regalo cuidadosamente y encontró un marco de fotos hecho a mano con fotos de ellos dos juntos durante su relación. "¡Oh wow! Esto es increíble", exclamó Salva sorprendido.

Aina explicó:"Quería que siempre tuvieras un recordatorio de lo felices que somos juntos. Cada foto representa un momento especial en nuestra historia y quiero que las tengas cerca, para recordar cuánto te amo".

Salva abrazó a Aina con cariño y le dio un beso en la mejilla. "Gracias, Aina. Esto significa mucho para mí. Eres increíble y estoy muy agradecido por tenerte a mi lado".

Los dos continuaron su paseo por el parque, disfrutando de la compañía del otro y compartiendo risas y sueños para el futuro.

A partir de ese día, Salva colocó el marco de fotos en un lugar especial de su casa, donde pudiera verlo todos los días como una muestra constante del amor y gratitud que Aina sentía por él. La historia de Salva y Aina nos enseña la importancia de expresar nuestro amor y gratitud hacia aquellos que nos rodean.

Pequeños gestos pueden tener un gran impacto en las personas que amamos, recordándoles cuánto significan para nosotros. Además, también nos recuerda lo valioso que es tener una relación basada en el apoyo mutuo y el amor incondicional.

FIN.

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