El Amor en Tiempos de Pizzerías



Era el año 2023, en un pintoresco barrio de Buenos Aires, donde vivían dos inseparables amigas, Tais y Sofi. Desde que eran pequeñas, siempre habían soñado con encontrar el amor verdadero, esas historias de príncipes y princesas que veían en las películas. Un día, decidieron que era el momento de emprender una aventura para encontrarlo.

"Tais, ¿y si hacemos un plan para encontrar a nuestros chicos ideales?" - sugirió Sofi, emocionada.

"¡Sí! Pero, ¿cómo lo hacemos?" - respondió Tais, pensativa.

Después de un rato de brainstorming, decidieron que realizarían una serie de actividades divertidas en la ciudad, y así, dejar que el destino hiciera su parte. Hicieron una lista de lugares a los que querían ir, y entre ellos, destacaba una pizzería famosa.

"Las pizzas de La Esquina tienen un sabor único. ¡Quizás ahí encontremos a nuestros príncipes!" - recomendó Sofi.

"Y con suerte, ¡también a sus amigos!" - agregó Tais, riéndose.

La primera parada fue el taller de cerámica del barrio. Allí, decidieron hacer unos jarrones, pero les salió más divertido de lo que esperaban. Con cada intento fallido, las chicas no podían parar de reír.

"¡Esto parece una obra de arte moderna!" - dijo Tais, sosteniendo un jarrón que parecía un globo desinflado.

"Tal vez no seamos buenas ceramistas, pero somos excelentes artistas del humor" - respondió Sofi.

Luego, cuando creían que su día no podría mejorar, conocieron a dos chicos: Mateo y Lucas, que estaban en el taller por pura casualidad.

"¿Les gustaría que les enseña a hacer algo más que jarrones?" - preguntó Mateo, con una sonrisa deslumbrante.

"¡Sí, claro!" - contestaron las chicas al unísono.

El encuentro fue tan divertido que decidieron seguir viéndolos, así que pactaron una visita a La Esquina, la pizzería. Allí, probaron diferentes tipos de pizza mientras contaban anécdotas y se conocían más.

"¡A mí me encanta la de muzzarella!" - confesó Sofi.

"Y a mí la de jamón y morrones, pero... si me dan una porción de la de ananá, reconozco que también me gusta" - admitió Lucas, causando risas entre todos.

Pero la historia no terminó allí. A medida que Tais y Sofi pasaban tiempo con Mateo y Lucas, comenzaron a notar que sus personalidades eran muy diferentes, y eso las hizo pensar.

"Tais, ¿crees que podemos estar buscando el amor en el lugar equivocado?" - preguntó Sofi, un poco confundida.

"Quizás el amor no es solo cuestión de encontrar a alguien que se vea bien, sino de sentir conexión y ser compañeras" - reflexionó Tais.

Así que, en una tarde de sol, decidieron hacer un juego: escribir en un papel qué era lo que más valoraban en una amistad y en una relación.

Al leer lo que escribieron, se dieron cuenta de que lo más importante era ser buenas amigas, estar ahí para el otro y compartir momentos divertidos. A partir de allí, se concentraron más en disfrutar su amistad y en seguir construyendola, sin apuros por encontrar el amor.

Después de muchas aventuras juntos, un día, en un parque lleno de flores, Tais y Sofi se dieron cuenta de que, aunque Mateo y Lucas eran geniales, lo que realmente buscaban era seguir disfrutando la vida juntas.

"Quizás el amor vendrá cuando menos lo esperemos" - comentó Sofi.

"Y cuando lo haga, vamos a estar listas para recibirlo" - respondió Tais con una sonrisa.

Y así, con un nuevo entendimiento sobre el amor y la amistad, se comprometieron a seguir creciendo juntas, disfrutando cada momento, ya sea con Mateo y Lucas, o quien sea que aparezca en sus vidas, porque sabían que la verdadera magia estaba en su amistad.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

FIN.

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