El amor en Villa Esperanza
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, dos adolescentes llamados Sofía y Martín, quienes estaban profundamente enamorados. Su amor era tan fuerte que parecía haber sido hechizado por las hadas del bosque.
Un día, la malvada bruja Morgana, conocida por sus pociones venenosas, se enteró del amor de Sofía y Martín y decidió intervenir para separarlos.
Con su risa malévola y su caldero humeante, preparó un veneno muy poderoso con el objetivo de hacer que los jóvenes se alejaran el uno del otro para siempre. Una noche, mientras Sofía y Martín paseaban por el bosque tomados de la mano, la bruja Morgana apareció frente a ellos y les ofreció dos copas de un líquido brillante.
"-Tomen esto como muestra de mi buena voluntad", dijo la bruja con una sonrisa falsa. Sofía y Martín aceptaron las copas cortésmente sin sospechar nada.
Sin embargo, en el momento en que bebieron el contenido, sintieron un cambio repentino en sus corazones. Comenzaron a discutir sin razón aparente y a decirse cosas hirientes que nunca habrían pensado antes. Confundidos por lo que estaba ocurriendo, decidieron separarse temporalmente para pensar con claridad.
Mientras tanto, la bruja Morgana observaba desde lejos con satisfacción su plan malvado dando frutos. Pasaron los días y Sofía y Martín seguían distanciados, sumidos en tristeza e incomunicación.
Fue entonces cuando un sabio anciano del pueblo les contó sobre la intervención de la bruja Morgana y les dio pistas sobre cómo revertir el hechizo.
Decididos a luchar por su amor, Sofía y Martín buscaron juntos ingredientes especiales para contrarrestar el veneno de la bruja: flores silvestres perfumadas con sinceridad, gotas de perdón puro extraídas del arroyo cristalino y rayos de esperanza tejidos con hilos dorados. Con todos los elementos reunidos, prepararon juntos una poción especial que debían beber al mismo tiempo al anochecer bajo la luz de la luna llena.
Al hacerlo, sintieron cómo el veneno desaparecía lentamente de sus corazones y todo volvía a ser como antes. La bruja Morgana observaba impotente desde su guarida mientras Sofía y Martín se abrazaban tiernamente reconciliados.
El amor verdadero había vencido a la maldad gracias a su valentía e ingenio para superar los obstáculos. Desde ese día en adelante, nadie volvió a dudar del amor eterno entre Sofía y Martín ni tampoco se supo más sobre las artimañas de la malvada bruja Morgana.
Y colorín colorado este cuento lleno de magia ha llegado a su final; pero recuerda siempre: ¡el verdadero amor todo lo puede!
FIN.