El amor está en todas partes



Había una vez en un pequeño pueblo de Argentina, una niña llamada Camila que vivía con su mamá.

Aunque era muy feliz junto a ella, siempre se preguntaba por qué no tenía un papá como la mayoría de sus amigos. Un día, mientras jugaba en el parque con sus amiguitos, escuchó a uno de ellos decir: "Mi papá me enseñó a andar en bicicleta". Camila quedó pensativa y decidió preguntarle a su mamá sobre su padre.

"-Mamá, ¿por qué no tengo un papá?", le preguntó con curiosidad. Su mamá la abrazó cariñosamente y le explicó que aunque no tenía un papá presente en su vida, ella siempre estaría ahí para cuidarla y amarla.

Le dijo también que existen muchas formas diferentes de familia y que lo más importante es el amor que se tienen entre sí.

Camila comprendió las palabras de su mamá y decidió enfocarse en todas las cosas maravillosas que sí tenía en su vida. Pero aún así, seguía sintiendo curiosidad por conocer más sobre los padres y cómo sería tener uno.

Un día, mientras Camila paseaba por el mercado del pueblo, vio un cartel anunciando una feria mágica que llegaría al pueblo esa misma semana. La feria prometía espectáculos increíbles y emocionantes juegos para todos los niños del lugar. Camila estaba emocionada por asistir a la feria e invitó a todos sus amigos para disfrutar juntos.

Cuando llegaron al lugar, quedaron fascinados al ver todo lo que había allí: payasos divertidos haciendo malabares, acróbatas volando por los aires y un espectáculo de magia que dejó a todos con la boca abierta.

Después del show de magia, Camila se acercó al mago para felicitarlo. El mago, llamado Lucas, notó la tristeza en sus ojos y le preguntó qué le sucedía.

"-Señor Mago, estoy feliz de estar aquí pero a veces me siento triste porque no tengo un papá como mis amigos. Me gustaría saber cómo sería tener uno", confesó Camila con sinceridad. Lucas sonrió comprensivamente y le dijo: "-Camila, te contaré un secreto. La magia está en todas partes, incluso en las cosas más simples.

Si cierras los ojos e imaginas en tu corazón cómo sería tener un papá, podrás sentir su amor y su presencia contigo". Camila siguió el consejo del mago y cerró los ojos mientras pensaba en lo que él había dicho.

De repente, sintió una cálida brisa que rozaba su mejilla y escuchó una voz dulce diciendo: "Hola Camilita". Al abrir los ojos, vio a Lucas frente a ella sosteniendo una foto de un hombre sonriente.

"-Este es mi papá", dijo Lucas emocionado. "Aunque ya no está físicamente conmigo, siempre llevo su amor en mi corazón". Camila entendió entonces que no necesitaba tener un padre presente físicamente para sentirse amada.

Aprendió que el amor puede venir de diferentes formas y personas en nuestras vidas. Desde ese día, Camila valoraba aún más el amor incondicional de su mamá y disfrutaba de cada momento con su familia y amigos.

Aprendió a apreciar el amor que tenía a su alrededor y se dio cuenta de que no importa si tienes un padre o no, lo importante es amar y ser amado. Y así, Camila vivió felizmente, sabiendo que el amor estaba presente en cada rincón de su vida.

Y cuando cerraba los ojos e imaginaba a su papá, podía sentirlo cerca, recordándole siempre cuánto la amaba.

FIN.

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