El amor eterno de Margarita y el girasol
Margarita era una niña muy curiosa y juguetona que vivía en un pequeño pueblo rodeado de campos de girasoles. Todos los días, después de la escuela, Margarita iba a jugar al campo y siempre se detenía a observar la belleza de los altos girasoles que la rodeaban. Un día, mientras jugaba entre las flores, se encontró con un girasol muy especial, diferente a los demás. Tenía pétalos más brillantes y parecía estar mirándola con curiosidad.
- ¡Hola, pequeña! ¿Sabías que los girasoles somos conocidos por nuestro amor eterno? -le dijo el girasol con voz suave y amigable.
Margarita, sorprendida, se acercó al girasol y le preguntó sobre ese amor eterno del que hablaba. El girasol le explicó que, según la leyenda, cuando alguien nos brinda amor y cuidado, nuestro amor por esa persona nunca muere, siempre lo llevamos en nuestro corazón.
Margarita quedó encantada con la historia y decidió cuidar al girasol con mucho amor, regándolo todos los días y protegiéndolo de las inclemencias del tiempo. Con el paso de los días, el girasol creció más grande y fuerte, y su amor por Margarita también crecía con cada muestra de cariño que recibía.
Un día, una terrible tormenta azotó el pueblo, y Margarita temió por la vida de su querido girasol. Corrió al campo a toda prisa para rescatarlo, pero cuando llegó, vio que el girasol había perdido algunos pétalos y estaba doblado por el viento.
- ¡Oh no, mi querido girasol! -exclamó Margarita con angustia.
El girasol, debilitado pero con una mirada llena de amor, le dijo a Margarita: - No te preocupes, querida amiga. Mi amor por ti nunca morirá, incluso si mis pétalos se marchitan. Siempre estaré en tu corazón, y mi amor eterno te dará fuerzas y alegría.
Margarita, con lágrimas en los ojos, abrazó al girasol y prometió conservar su amor en su corazón. A medida que pasaba el tiempo, el girasol se recuperó lentamente con el cuidado de Margarita, y volvió a florecer más hermoso que nunca.
Desde ese día, Margarita comprendió el verdadero significado del amor eterno y se esforzó por brindar amor y cuidado a todas las criaturas que la rodeaban, sabiendo que el amor siempre perdura, incluso más allá de las apariencias.
FIN.