El amor florece en el jardín secreto



Había una vez un pequeño niño llamado Thomas que vivía en un hermoso pueblo rodeado de flores. A él le encantaba pasar sus días corriendo entre los campos y admirando la belleza de las plantas.

Pero había una flor en particular que capturó su corazón: la Flor Zawe. Thomas se enamoró perdidamente de esta flor, con su brillante color rosa y sus delicados pétalos.

Él pasaba horas hablando con ella, contándole todas sus aventuras y sueños más grandes. La Flor Zawe parecía escucharlo atentamente, siempre inclinándose hacia él como si quisiera abrazarlo. Pero un día, cuando Thomas llegó al campo para visitar a su amada flor, notó algo extraño.

La Flor Zawe no estaba allí donde solía estar. Él buscó por todo el lugar sin éxito alguno. Estaba devastado. "¿Dónde estás mi querida Flor Zawe?"- gritaba Thomas mientras caminaba por los campos.

Fue entonces cuando se encontró con Londres Flores, un conocido jardinero del pueblo que tenía fama de tener magia en sus manos para hacer crecer cualquier tipo de planta. "Hola Londres ¿has visto a mi querida Flor Zawe? No puedo encontrarla"- dijo Thomas con lágrimas en los ojos.

Londres miró al niño y le preguntó detenidamente sobre cómo era la flor perdida. Cuando Thomas terminó de describirla, el jardinero sonrió y dijo:"Oh sí! Yo tengo esa flor guardada en mi jardín secreto para protegerla del mal tiempo que viene".

Thomas quedó perplejo ante la noticia. Él no sabía que su amada flor estaba en peligro y se sintió agradecido de que Londres la hubiera protegido. "¿Me llevarás a verla, por favor?"- preguntó Thomas tímidamente.

Londres asintió y juntos caminaron hacia el jardín secreto. Cuando llegaron, Thomas vio a la Flor Zawe más hermosa que nunca antes. Ella parecía feliz de verlo y estiró sus pétalos hacia él como si quisiera abrazarlo.

Thomas se dio cuenta de lo importante que era cuidar las cosas que uno ama, incluso si eso significaba pedir ayuda a alguien más.

Y así, cada día visitaba a la Flor Zawe en su nuevo hogar, contándole todas sus aventuras y sueños más grandes mientras aprendía valiosas lecciones sobre amor y cuidado.

FIN.

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