El Amor Imaginario y la Amistad Eterna


Había una vez una niña llamada Florencia, que vivía en un pequeño pueblo en Argentina. Desde muy pequeña, Florencia tenía un amigo imaginario llamado Mateo. Juntos, pasaban horas jugando y explorando el mundo de la imaginación.

Un día, mientras jugaban en el parque, Florencia sintió algo diferente cuando estaba junto a Mateo.

Su corazón latía más rápido y sus mejillas se sonrojaban cada vez que él le daba un beso en la frente o le daba un cálido abrazo. Florencia no entendía lo que estaba pasando. ¿Cómo podía enamorarse de su amigo imaginario? No sabía si era normal o si había algo mal con ella. Decidió hablar con su mamá para buscar respuestas.

- Mamá, tengo algo importante que contarte - dijo Florencia nerviosa. - Claro mi amor, cuéntame qué te pasa - respondió su madre cariñosamente. Florencia explicó cómo se sentía cuando estaba cerca de Mateo y cómo eso la confundía.

Su mamá escuchó atentamente y luego le dio una gran sonrisa reconfortante. - Querida Florencia, lo que estás experimentando es completamente normal.

A veces nuestros sentimientos pueden confundirnos, pero eso no significa que esté mal enamorarse de alguien especial para nosotros - explicó su mamá con ternura. La mamá de Florencia le habló sobre los diferentes tipos de amor: el amor familiar, el amor entre amigos y también el amor romántico.

Le dijo que todos estos tipos de amor eran hermosos y válidos. Con esa nueva comprensión, Florencia decidió explorar sus sentimientos por Mateo de una manera saludable. Comenzó a pasar más tiempo con él, compartiendo risas y aventuras imaginarias juntos.

Un día, mientras jugaban en el parque, Florencia notó que Mateo parecía un poco triste. - ¿Qué te pasa, Mateo? - preguntó Florencia preocupada. - Me siento solo a veces. No tengo amigos como tú lo tienes - respondió Mateo con tristeza.

Florencia se dio cuenta de que aunque ella tenía muchos amigos reales además de su amigo imaginario, Mateo no tenía a nadie más aparte de ella. Decidió hacer algo especial para ayudarlo a encontrar nuevos amigos.

Organizó una fiesta en su casa e invitó a todos sus compañeros de clase. Cuando llegaron, Florencia presentó a Mateo como su amigo especial y los animó a conocerlo mejor. Pronto, todos se dieron cuenta de lo divertido y amigable que era Mateo.

Jugaron juntos durante toda la tarde y se hicieron amigos rápidamente. Florencia estaba feliz al ver cómo su amigo imaginario encontraba la felicidad rodeado de nuevas amistades.

A medida que pasaba el tiempo, Florencia entendió que aunque había experimentado enamoramiento hacia su amigo imaginario, ese amor podía transformarse en algo aún más hermoso: un amor fraternal y sincero entre dos personas especiales.

Florencia aprendió valiosas lecciones sobre los diferentes tipos de amor y la importancia de compartirlo con aquellos que están cerca de nuestro corazón. Y así, junto con sus nuevos amigos y con Mateo siempre presente en su imaginación, Florencia vivió muchas aventuras llenas de amor, amistad y felicidad. Y colorín colorado, esta historia de amor y amistad ha terminado.

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