El Amor Inquebrantable de Óscar y Diana
Érase una vez en un hermoso pueblo llamado Flor de Limonero, donde vivían dos jóvenes llamados Óscar y Diana. Ellos eran inseparables, compartían risas, juegos y sueños. Todos en el pueblo sabían que su amor era puro y sincero. Cada tarde, se sentaban a contemplar el atardecer junto al lago y prometían estar siempre el uno al lado del otro.
Un día, llegó al pueblo una bruja llamada Fátima. Fátima no era una bruja común; su corazón había sido endurecido por las decepciones. Veía el amor de Óscar y Diana y, en lugar de alegrarse, se llenó de celos y envidia.
"¡No puedo permitir que un amor tan perfecto exista!" - murmuró Fátima para sí misma, mientras movía su varita mágica.
Así fue como decidió lanzar un hechizo que supusiera la separación de la pareja. Era un encantamiento tan poderoso que creía que no había amor en el mundo que pudiera romperlo. Cuando Óscar y Diana se encontraron esa tarde, no sabían que su amor iba a ser probado.
Al día siguiente, Óscar se despertó sintiéndose extraño. Durante el desayuno, miró a su mamá y dijo:
"No quiero jugar con Diana hoy. Prefiero estar solo."
Diana, por su parte, sintió lo mismo. Algo en el aire había cambiado, pero no entendían por qué. Al llegar el tarde, mientras estaban juntos en su lugar especial, la amistad se sentía apagada.
"¿Por qué no podemos disfrutar como antes?" - preguntó Diana, un poco preocupada.
"No lo sé, pero siento que algo no está bien..." - respondió Óscar, con la mirada perdida.
Fátima observaba desde las sombras, satisfecha con su obra. Sin embargo, a medida que pasaban los días, algo mágico comenzó a suceder. Aunque su conexión habia padecido, ellos no podían dejar de pensar el uno en el otro. Recordaron todos esos momentos compartidos, todas las risas y sueños que construyeron juntos.
En un intento por entender qué les pasaba, Óscar decidió buscar a su abuela, quien siempre tenía sabias palabras. "Abuela, me siento raro, como si algo quisiera separarme de Diana."
La abuela lo miró con cariño y le dijo:
"Óscar, el amor verdadero no se quiebra tan fácilmente. Si realmente amás a Diana, entonces debés luchar por ella. Piensa en todo lo que han compartido y no dejes que nada lo arruine."
Óscar regresó con una determinación renovada, decidido a recuperar su amor. "Diana, tengo un plan. Vamos a recordar todos nuestros momentos más felices. Eso nos volverá a unir."
Así lo hicieron. Recorrieron el pueblo, recordando sus aventuras, reviviendo risas y promesas bajo el cielo estrellado. Entonces, Fátima, desde lejos, sintió que su hechizo podría estar debilitándose.
"¡No puede ser!" - gritó, frustrada. "No puedo permitir que se vuelvan a unir. Debo intentar algo más."
Fátima decidió lanzar un nuevo hechizo, mucho más fuerte, pero mientras lo hacía, Óscar y Diana, llenos de amor, unieron sus manos y cerraron los ojos.
"Nuestro amor es más potente que cualquier hechizo. ¡Nada podrá separarnos!" - exclamó Óscar.
"Sí, Óscar. Juntos somos invencibles."
Al pronunciar esas palabras, la luz del amor de la pareja comenzó a brillar intensamente, hasta que finalmente, con un destello mágico, el hechizo de Fátima se rompió. La bruja, sorprendida, vio que el amor de Óscar y Diana había deshecho todo lo que había hecho.
Avergonzada y tocada por la fuerza de su amor, Fátima se volvió hacia ellos y dijo:
"Lo siento. Nunca pensé que un amor pudiera ser tan fuerte. Quiero devolverte lo que te he quitado."
Óscar y Diana, viendo el arrepentimiento en sus ojos, decidieron perdonarla. "Todos pueden aprender del amor. ¡Tal vez puedas encontrar la manera de amarte a vos misma primero!" - le dijo Diana con una sonrisa.
Fátima, conmovida por sus palabras, comenzó un viaje para descubrir lo que es el amor verdadero, y entre tanto, Óscar y Diana continuaron creciendo juntos, más fuertes que nunca.
Y así, entre risas y aventuras, demostraron que el amor verdadero realmente todo lo puede, incluso vencer a una bruja. Desde entonces, el pueblo de Flor de Limonero se llenó con historias de amor, amistad y redención, y todo gracias a Óscar y Diana, quienes nunca dejaron de creer que el amor siempre triunfa.
FIN.