El Amor Prohibido de Estrella y Rayo
Había una vez, en un planeta lejano llamado Lumoria, un príncipe llamado Rayo y una princesa llamada Estrella. A pesar de que ambos provenían de familias reales vecinas, su amor era prohibido debido a una antigua rivalidad entre los reinos.
Rayo y Estrella solían encontrarse a escondidas en el bosque de Lumoria, donde los árboles brillaban con luces de colores y el aire estaba impregnado de dulces aromas.
"No puedo más sin verte, Estrella. Mi corazón late con fuerza cada vez que pienso en ti", - decía Rayo, mientras miraba a Estrella con cariño.
"Yo tampoco, Rayo. Pero nuestros padres nunca lo permitirían. ¡Es tan injusto!", - exclamaba Estrella, con los ojos llenos de lágrimas.
Un día, decidieron que tenían que hacer algo para demostrar al mundo que su amor era puro y sincero. Rayo pensó en organizar un gran festival en el bosque, donde todos los habitantes de Lumoria podrían unirse para celebrar la paz y la amistad entre los reinos.
"Voy a invitar a todos: a tu reino y al mío. Tal vez si nuestros padres ven que la gente se quiere, cambiarán de opinión", - propuso Rayo.
"¡Eso es brillante! ¡Hagámoslo!", - respondió Estrella emocionada.
Los jóvenes comenzaron a preparar todo para el festival. Estrella fue al palacio de su madre, la reina Astra, mientras que Rayo fue a donde su padre, el rey Sol.
"Madre, quiero que invites a los del reino de Sol para un festival. Quiero que vean que todos podemos vivir en armonía", - dijo Estrella, con expectativa.
La reina Astra suspiró y dijo:
"Querida, sabes que no puedo. Esos príncipes no son de confianza. La enemistad entre nuestros reinos ha existido por generaciones".
Rayo, por otro lado, tuvo una conversación similar con su padre.
"Padre, quiero hacer un festival para unir a nuestros reinos y demostrar que la paz es más valiosa que la guerra", - argumentó Rayo.
El rey Sol bajó la mirada y respondió:
"Hijo, nuestras familias nunca se han llevado bien. No es momento de soñar en grande".
Desanimados pero no rendidos, Estrella y Rayo continuaron planeando a escondidas. Con la ayuda de los habitantes del bosque, lograron reunir música, comida y decoraciones.
El día del festival llegó, y el bosque se transformó en un lugar mágico. La gente comenzó a llegar, y al ver a ambos príncipes juntos, comenzaron a susurrar.
"Miren, son Rayo y Estrella. Dicen que su amor es imposible".
"Pero aquí están, celebrando juntos. Quizás algo tenga que cambiar".
Mientras la celebración avanzaba, las luces danzaban entre los árboles, y pronto la música llenó el aire.
Estrella y Rayo se tomaron de las manos y comenzaron a bailar, radiantes de felicidad. Las risas llenaron el bosque, y los corazones de las personas comenzaron a abrirse hacia la idea de que la amistad podía superar los viejos rencores.
De repente, la reina Astra y el rey Sol llegaron al festival, con la intención de llevarse a sus hijos. Pero al ver la alegría y la unidad que se había creado, se detuvieron.
"Mira, querida madre, todos están felices", - comentó Estrella, con esperanza en su voz.
El rey Sol, con los ojos llenos de sorpresa, dijo:
"Tal vez hemos sido demasiado duros y tenemos que aprender a vivir en paz".
Después de un rato, ambos reyes comenzaron a conversar entre ellos, y se dieron cuenta de que era hora de dejar atrás el pasado.
Finalmente, los reyes se acercaron a Estrella y Rayo.
"Tal vez podríamos considerar la idea de un futuro juntos", - propuso la reina Astra, sonriendo por primera vez.
"Un futuro donde nuestros reinos se unan en lugar de pelear", - añadió el rey Sol, guiñándole un ojo a su hijo.
Estrella y Rayo se miraron con asombro y alegría. Su amor había logrado lo imposible. Con el tiempo, sus reinos se unieron, y el festival se convirtió en una tradición, recordándole a todos que el amor, la paz y la amistad son más fuertes que cualquier enemistad.
Y así, Rayo y Estrella vivieron felices por siempre, demostrando que el amor verdadero puede superar barreras y unir corazones.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
FIN.