El Amor Prohibido de Vania y Jack
En la Escuela de Ingeniería de 2024, Vania y Jack eran dos alumnos muy talentosos. A pesar de su creatividad y pasión por la ingeniería, pertenecían a dos grupos diferentes: Vania era parte del equipo de robótica, mientras que Jack lideraba el grupo de energía renovable. Aunque estaban en caminos diferentes, cada vez que se cruzaban, las chispas volaban.
Un día, Vania decidió que quería usar su conocimiento en robótica para ayudar a los proyectos de su compañero. Se acercó a Jack en el pasillo de la escuela.
"Hola, Jack, ¿cómo estás? He estado pensando en cómo nuestro proyecto de robótica podría hacer algo grande para tu grupo. ¿Te gustaría colaborar?"
"¡Claro, Vania! ¡Eso sería genial! ¡Nunca se me había ocurrido unir nuestras fuerzas!"
Con emoción, comenzaron a trabajar juntos en el laboratorio. Pasaban horas diseñando un prototipo de un robot que generaría energía de forma sostenible. Sin embargo, sus respectivos grupos no estaban muy contentos con la colaboración.
Un día, durante una reunión del equipo de Vania, la líder del grupo le dijo:
"No me parece bien que pierdas tiempo con Jack. Deberías estar enfocada solo en nuestro proyecto."
Y cuando Jack compartió la idea con su equipo, le respondieron:
"¿Por qué te estás enfocando en el proyecto de Vania? Necesitamos trabajar en lo nuestro. Esto no es una competencia de ideas."
Ambos se sintieron frustrados y decidieron separarse un poco. Sin embargo, su pasión por la ingeniería y el deseo de hacer algo grande les impulsó a seguir trabajando en secreto. Así, comenzaron a encontrarse en el laboratorio a altas horas de la noche.
Un viernes, el profesor de ambos, el Dr. Ruiz, los descubrió.
"¿Qué están haciendo aquí a esta hora?" preguntó con curiosidad.
Vania, sintiéndose un poco nerviosa, respondió:
"Estamos trabajando en un proyecto que combina robótica y energía renovable, pero es un secreto..."
"¿Un secreto? ¡Interesante! ¿Puedo ver lo que han hecho?" El Dr. Ruiz sonrió al interesarse.
Después de una breve presentación de su prototipo, el profesor los miró con admiración.
"Esto es increíble. ¿Han pensado en presentarlo a la feria de ciencias?"
Ambos se miraron sorprendidos. Vania preguntó:
"¿Cree que valdría la pena? No estamos trabajando en nuestros proyectos asignados."
"A veces, los mejores proyectos vienen de ideas que parecen prohibidas. Necesitan creer en ustedes mismos."
Convencidos por el apoyo del Dr. Ruiz, decidieron presentarse en la feria de ciencias. En los días previos al evento, trabajaron más que nunca, perfeccionando su robot y su presentación.
El día de la feria, sus corazones latían con fuerza. Cuando llegó el momento de presentar, los dos se turnaban para explicar cada parte de su proyecto.
"Este robot no solo ahorra energía, sino que también puede reciclar desechos, contribuyendo a un ambiente más saludable", explicaba Jack.
"Y lo mejor es que cualquier escuela puede construir uno, usando materiales reciclados", agregó Vania.
La audiencia estaba maravillada. Al final del evento, recibieron un gran premio por su innovación. Cuando se anunció su victoria, ambos se miraron y sonrieron.
"No importa lo que digan los demás, juntos podemos lograr grandes cosas", dijo Vania.
"¡Sí! No hay amor prohibido cuando se trata de hacer del mundo un lugar mejor!" contestó Jack.
A partir de ese día, el amor entre Vania y Jack floreció, pero lo más importante, su colaboración inspiró a otros estudiantes a trabajar juntos sin importar las divisiones de grupo. Aprendieron que el verdadero valor estaba en unirse y potenciar las habilidades del otro para transformar ideas en proyectos que pueden cambiar el mundo.
FIN.