El amor que crece como el té




En un bosque encantado vivía Vivi, una pequeña bichita color rojo que siempre estaba muy activa y curiosa. A Vivi no le gustaba para nada el café, ya que le quitaba el sueño y la ponía muy agitada. En cambio, prefería tomar té, pues con su rico aroma se relajaba y se dormía plácidamente.

Un día, mientras Vivi estaba preparando una taza de té de manzanilla, escuchó un dulce trinar. Al asomarse fuera de su casita, vio a un pajarito amarillo llamado Alex. - Hola, soy Vivi. ¿Y tú? - dijo la bichita con una sonrisa. - Soy Alex, un pequeño pajarito amante del té, así que comparto tu gusto, Vivi - respondió el pajarito con entusiasmo.

Desde ese día, Vivi y Alex se volvieron inseparables. Pasaban las tardes tomando té, charlando y riendo juntos. Se contaban chistes y compartían sus sueños y deseos. Poco a poco, fueron descubriendo que tenían muchas cosas en común y que disfrutaban de la compañía del otro.

Con el tiempo, Vivi y Alex descubrieron que no solo compartían el amor por el té, sino que también se habían enamorado el uno del otro. Sus corazones se llenaron de alegría y amor, y juntos decidieron hacer una promesa: cuidarse, apoyarse y seguir juntos en las buenas y en las malas.

Vivi y Alex aprendieron que el amor significa aceptar a alguien tal como es, con sus virtudes y defectos. Aprender a escuchar, a comprender y a estar presente en los momentos felices y difíciles. Juntos descubrieron que el amor es crecer juntos, disfrutando cada momento, como el aroma del té que los unió desde el principio.

FIN.

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