El amor que crece como una planta



En un pequeño pueblo de Argentina, vivía una niña llamada Martina.

Martina perdíó a su mamá cuando era muy pequeña, pero su mamá siempre le había dicho que las plantas son como amigos que necesitan amor y cuidado para crecer fuertes y hermosas. Un día, Martina encontró una pequeña planta en el jardín de su abuela y decidió cuidarla con todo su amor, ya que le recordaba a su mamá.

Martina regaba la plantita todos los días, le cantaba, le contaba sus secretos y le daba cariño. Poco a poco, la plantita empezó a crecer y a ponerse más hermosa, lo cual llenaba de ilusión y ternura a Martina.

Un día, un grupo de niños de la escuela pasó por el jardín de la abuela y vieron la hermosa planta de Martina. Todos se quedaron impresionados por lo bonita que era. -“¡Martina, tu planta es increíble! ¿Cómo lograste que creciera tanto? ” -exclamó uno de los niños.

Martina les contó todo lo que hacía por su plantita y les explicó que cada planta necesita amor, cuidado y paciencia para crecer feliz.

Todos los niños, inspirados por la historia de Martina, decidieron crear su propio jardín en la escuela y cuidar de las plantas con amor. Martina se sintió muy orgullosa de haber inspirado a sus amigos a cuidar de las plantas y compartió con ellos las enseñanzas que su mamá le había dejado sobre el amor y la paciencia.

Desde ese día, el pueblo estuvo lleno de hermosos jardines, y Martina supo que el amor que ella sentía por su plantita se había multiplicado en el corazón de todos los niños.

FIN.

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