El amor que ilumina la noche



Había una vez, en un lejano reino de aves y estrellas, una luna muy triste. La luna solía brillar con fuerza todas las noches, pero últimamente se sentía apagada y sola.

No entendía por qué nadie parecía notarla ni apreciar su luz. La noche, preocupada por ver a la luna tan triste, decidió hacer algo al respecto.

Juntó todas las nubes del cielo para crear un hermoso vestido que hiciera resplandecer aún más a la luna en el firmamento. Cuando la luna vio su nuevo atuendo, se llenó de alegría y volvió a brillar con todo su esplendor. Pero todavía sentía que algo faltaba en su vida.

Quería encontrar a alguien con quien compartir su amor y felicidad. Un día, mientras paseaba por el bosque encantado del reino de las aves, la luna escuchó un canto melodioso proveniente de lo alto de los árboles.

Siguió el sonido hasta encontrarse con un majestuoso pájaro llamado Federico. Federico era el rey de todas las aves y poseedor de una belleza inigualable. Desde el primer momento en que sus miradas se cruzaron, supieron que estaban destinados a estar juntos.

La luna y Federico comenzaron a pasar tiempo juntos cada noche bajo el cielo estrellado. Hablaban sobre sus sueños y esperanzas, compartían risas e incluso cantaban canciones al compás del viento nocturno. Pero no todo fue color de rosa para esta pareja enamorada.

El rey de las aves tenía un enemigo, un malvado búho llamado Don Óscar, que estaba celoso del amor entre Federico y la luna. Don Óscar tramaba planes para separarlos y tomar el control del reino.

Un día, mientras la luna y Federico disfrutaban de una romántica velada en lo alto de una montaña, Don Óscar apareció con su banda de búhos malvados. Intentaron atacar a Federico y llevarse a la luna lejos de él.

Pero la noche, que siempre estaba pendiente de lo que ocurría bajo su manto oscuro, no iba a permitir que el amor entre la luna y Federico se desvaneciera tan fácilmente.

Convocó a todas las estrellas del cielo para formar un escudo brillante alrededor de los amantes. La luz resplandeciente fue demasiado para los búhos malvados, quienes huyeron despavoridos dejando atrás sus planes malignos. La luna y Federico se abrazaron con fuerza, sabiendo que juntos podían superar cualquier obstáculo.

Desde ese día en adelante, el reino de las aves vivió en paz gracias al amor inquebrantable entre la luna y Federico.

Cada noche, cuando el sol se ocultaba y las estrellas llenaban el cielo, todos admiraban el brillo especial que emanaba esta pareja única. Y así es como aprendimos que el verdadero amor puede superar cualquier adversidad. Que cuando dos corazones sinceros se encuentran, nada ni nadie puede separarlos.

Y aunque pueda haber momentos difíciles en nuestras vidas, siempre debemos recordar que la luz de nuestro amor puede iluminar incluso la noche más oscura.

FIN.

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