El amor que llegó tarde



Había una vez un nene llamado Tomás, que vivía con su mamá en una casita pequeña de un barrio humilde.

Desde que era muy chiquito, Tomás siempre había sentido la ausencia de su papá, quien los abandonó cuando él apenas tenía unos meses. A pesar de todo, la mamá de Tomás hacía lo posible por darle todo el amor y cuidados que necesitaba.

Trabajaba duro como empleada doméstica para poder pagar las cuentas y poner comida en la mesa. Pero a veces era difícil llegar a fin de mes y el nene se daba cuenta.

Un día, mientras caminaban juntos por el parque cerca de su casa, Tomás le preguntó a su mamá:- Mamá, ¿por qué mi papá no está con nosotros? La mamá suspiró profundamente antes de responder:- Verás hijo, tu papá tomó una decisión muy difícil hace tiempo atrás.

Él pensaba que no podía ser un buen padre para ti y decidió alejarse para no hacerte daño. Tomás se quedó pensando en esto durante varios días. No entendía cómo alguien podía abandonar a su propio hijo así sin más.

Pero entonces ocurrió algo inesperado: un día llegaron unos nuevos vecinos al barrio y entre ellos había un hombre llamado Juan. Juan rápidamente se ganó la simpatía del pequeño Tomás con sus historias divertidas y juegos en el parque.

Con el tiempo, Juan empezó a visitarlos cada vez más seguido hasta que finalmente les confesó algo importante:- Yo también soy padre -dijo-. Tuve una hija hace muchos años pero me alejé porque tenía miedo de no ser un buen papá.

Pero después me di cuenta de que eso era una excusa y que lo más importante era estar ahí para mi hija, aunque me equivoque a veces. Las palabras de Juan resonaron en el corazón de Tomás como un eco.

Se dio cuenta que su papá había tomado la misma decisión equivocada y se arrepintió profundamente por haberlo hecho. A partir de ese día, Tomás empezó a ver a Juan como una figura paterna y aprendió muchas cosas importantes sobre la vida gracias a él.

Aprendió que el amor verdadero nunca abandona y que siempre hay una segunda oportunidad para hacer las cosas bien. Y aunque su papá biológico nunca volvió, Tomás supo encontrar en Juan esa figura paterna que tanto necesitaba en su vida.

Y juntos, mamá, Tomás y Juan formaron una nueva familia llena de amor y esperanza para el futuro.

FIN.

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