El amor que sana



Judyth era una chica muy especial. Tenía una sonrisa hermosa y ojos grandes y brillantes, pero había algo que la hacía diferente a los demás. Había sufrido mucho en su vida y tenía miedo de volver a enamorarse.

Un día, mientras caminaba por el parque, escuchó una voz que la llamaba. Era Daniel, un chico que siempre la miraba con ternura, pero ella nunca le prestaba atención.

- Hola Judyth - dijo Daniel con una sonrisa amable - ¿Cómo estás? - Bien... gracias - respondió Judyth sin mirarlo a los ojos.

- Te he visto triste últimamente - dijo Daniel preocupado - ¿Quieres hablar sobre ello? Judyth se quedó en silencio por un momento, no estaba acostumbrada a abrirse con nadie. Pero algo en la forma en que Daniel la miraba hizo que se sintiera segura.

- He pasado por muchas cosas difíciles en mi vida - comenzó Judyth con voz temblorosa - Y siento como si mi corazón estuviera roto... Daniel escuchó atentamente mientras Judyth le contaba todo lo que había pasado. La muerte de su abuelo, sus padres divorciados y las veces que habían intentado lastimarla emocionalmente. - Lo siento mucho Judyth...

eso es muy duro de pasar - dijo Daniel sinceramente. Judyth se sorprendió al ver lo comprensivo que era Daniel. Nunca antes había conocido a alguien así.

Con el tiempo, empezaron a salir juntos y aunque al principio fue difícil para ella abrirse completamente al amor otra vez, poco a poco fue dejando atrás todos sus miedos gracias a la constante presencia y cariño de Daniel. Un día, mientras caminaban por el parque, Judyth se detuvo repentinamente.

- ¿Qué pasa? - preguntó Daniel preocupado. Judyth tomó una profunda respiración y finalmente lo miró a los ojos.

- Quiero que sepas que te quiero mucho, Daniel - dijo Judyth con lágrimas en los ojos - Y gracias por ayudarme a sanar mi corazón roto. Daniel sonrió ampliamente y la abrazó fuerte. - Yo también te quiero mucho, Judyth - dijo Daniel con ternura - Y estoy aquí para ti siempre.

Desde ese día en adelante, Judyth supo que no tenía nada que temer al amor si estaba junto a alguien tan especial como Daniel.

Aprendió que el amor verdadero es aquel que acompaña en las penas y alegrías, y que aunque su pasado fue difícil, su futuro podía ser lleno de felicidad si ella lo permitía.

FIN.

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