El amor que siempre estuvo ahí



Había una vez en la escuela "El Horizonte", una niña llamada Frida que estaba enamorada de un niño llamado Fabricio. Fabricio era muy simpático, inteligente y jugaba al fútbol muy bien.

Frida lo veía todos los días en el recreo y sus ojos brillaban cada vez que él pasaba cerca. Un día, decidida a conquistar su corazón, Frida se acercó a Fabricio en el patio y le dijo tímidamente: "-Hola Fabricio, ¿quieres ser mi amigo?".

Pero Fabricio, distraído con sus amigos, apenas la miró y respondió: "-Lo siento, tengo que ir a jugar al fútbol. Tal vez otro día". Frida se sintió triste por no obtener la respuesta que esperaba, pero no perdió las esperanzas.

Decidió esforzarse más para llamar la atención de Fabricio. Se acercaba a él en clase para ayudarlo con las tareas y lo invitaba a participar en actividades escolares juntos.

Sin embargo, Fabricio parecía estar más interesado en otras cosas y nunca le prestaba mucha atención. A pesar de todo esto, Frida seguía enamorada de Fabricio e incluso comenzó una relación con un chico de su curso llamado Martín.

Aunque Martín era amable y atento con ella, su corazón aún latía por Fabricio. Un día, durante un partido de fútbol intercolegial, fabrico tuvo una lesión leve mientras intentaba marcar un gol decisivo para su equipo.

Todos estaban preocupados por él excepto por Martín quien fue corriendo hacia donde estaba fabrico para ayudarlo. "-¿Estás bien?", preguntó Martín preocupado mientras ayudaba a levantarse a Fabricio. "-Sí... gracias", respondió tímidamente fabrico sorprendido por la actitud amable de Martín.

Frida observaba desde lejos esta escena y algo dentro de ella cambió en ese momento. Se dio cuenta de que el amor verdadero va más allá del primer flechazo y que Martín había estado siempre ahí para ella, cuidándola y apoyándola sin pedir nada a cambio.

Después del partido, Frida se acercó a Martín con lágrimas en los ojos y le dijo: "-Martín, gracias por ser tan bueno conmigo todo este tiempo. Me he dado cuenta de lo mucho que vales como persona".

Y sin pensarlo dos veces le dio un abrazo sincero. Fabricio observaba la escena desde lejos sintiéndose confundido por lo ocurrido. Al día siguiente en el colegio Frida buscó a fabrico para hablar con él:"-Fabricio... tengo algo importante que decirte.

""-¿Qué pasa Frida?", preguntó curioso fabrico. "-Creo que siempre te he visto solo como un amor platónico pero ahora me doy cuenta de quién realmente ha estado siempre ahí para mí.

"Fabrico miró sorprendido hacia donde estaba Martin quien sonreía feliz conversando con otros compañeros. "-Entiendo... creo que yo también me equivoqué al no ver lo especial que tenías frente a ti", admitió humildemente fabrico.

Frida sonrió emocionada sabiendo que había tomado la decisión correcta valorando el verdadero amor sobre las ilusiones pasajeras.

Desde ese día Frida aprendió una gran lección: el amor verdadero se construye con pequeños gestos diarios llenos de cariño y respeto mutuo; no necesariamente tiene que ser aquel flechazo inicial sino aquella llama constante entre dos personas dispuestas a estar juntas pase lo que pase. " Y así fue como Frida encontró la felicidad junto a Martin construyendo una linda historia juntos basada en el respeto mutuo y el cariño sincero. "

FIN.

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