El amor que une a Lila y Pancho



Había una vez en un bosque encantado, dos amigos muy especiales: Lila, la mariposa de alas brillantes, y Pancho, el pajarito cantor. Siempre jugaban juntos y se contaban historias bajo la sombra de un árbol frondoso.

Un día, mientras revoloteaban cerca del arroyo cristalino, Lila suspiró con tristeza. Pancho notó su gesto y le preguntó preocupado:- ¿Qué te pasa, amiguita? Estás muy callada hoy.

Lila miró hacia abajo y confesó:- Es que me he dado cuenta de que estoy enamorada de ti, Pancho. Y eso me asusta mucho porque siento que debo alejarme para no lastimarte. Pancho se quedó sorprendido.

Él también se había dado cuenta de lo mucho que quería a Lila, pero nunca se atrevió a decirlo por miedo a arruinar su amistad. - ¡Oh Lila! -exclamó Pancho-. Yo también siento lo mismo por ti. No sabía cómo decírtelo.

Ambos se miraron con ojos brillantes y una sonrisa tímida dibujada en sus rostros. Sin embargo, la duda seguía presente en sus corazones. - Pero ¿cómo podemos estar seguros de nuestros sentimientos si nunca nos hemos separado? -se preguntaba Lila con sinceridad.

Fue entonces cuando el sabio búho del bosque, Don Héctor, apareció entre las ramas del árbol y les dijo con voz grave pero amable:- Queridos amigos, a veces es necesario tomar distancia para comprender la magnitud de lo que sentimos.

Solo así podrán descubrir si su amor es verdadero y fuerte como el roble. Lila y Pancho reflexionaron sobre las palabras del búho sabio y decidieron emprender caminos separados durante un tiempo. Fue difícil al principio; extrañarse mutuamente era inevitable.

Sin embargo, cada uno encontró nuevas pasiones e intereses que los ayudaron a crecer individualmente. Pasaron semanas antes de volver a encontrarse bajo el árbol frondoso donde solían jugar. - ¡Lila! ¡Pancho! -exclamaron al unísono al verse nuevamente.

Se abrazaron con fuerza y supieron en ese instante que su amor era real y profundo. - Gracias por enseñarnos a confiar en nuestros sentimientos -dijo Pancho emocionado. Y así, Lila la mariposa y Pancho el pajarito comprendieron que el amor verdadero puede resistir cualquier distancia o desafío.

Juntos volaron alto en el cielo azul del bosque encantado, más unidos y enamorados que nunca antes.

Y el sabio búho Don Héctor los observaba orgulloso desde su rama elevada, sabiendo que habían aprendido una valiosa lección sobre el amor verdadero.

FIN.

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