El amor sin fronteras


Había una vez un chico llamado Tomás que vivía en Argentina. Un día, mientras navegaba por internet, conoció a una chica hermosa llamada Ana que vivía en España.

A pesar de la distancia y la diferencia horaria, los dos se enamoraron profundamente. Tomás quería conocer a Ana en persona, pero debido a su edad no podía viajar al extranjero sin la compañía de sus padres.

Sin embargo, esto no detuvo su amor y siguieron hablando todos los días por teléfono y videochat. Pasaron varios años y finalmente ambos cumplieron la mayoría de edad.

Tomás sabía lo que tenía que hacer: ¡viajar a España para conocer a su amada Ana! Cuando llegó a España, estaba nervioso pero emocionado por finalmente poder verla en persona después de tanto tiempo. Pero cuando llegó al lugar donde había acordado encontrarse con ella, se dio cuenta de que algo andaba mal. Ana no estaba allí esperándolo como habían planeado.

Tomás comenzó a preocuparse y se preguntó si tal vez había cometido un error al venir tan lejos para verla.

De repente, recibió una llamada telefónica de Ana explicando que había tenido un accidente automovilístico esa misma mañana camino al aeropuerto para encontrarse con él. Estaba bien pero tuvo algunas lesiones menores y tuvo que ser hospitalizada. Tomás sintió miedo y tristeza ante esta noticia inesperada pero decidió visitarla en el hospital sin importar lo ocurrido.

Cuando llegó allí, vio a Ana acostada en la cama del hospital con algunos raspones e hinchazón facial.

Tomás se acercó a ella y le tomó la mano, sus ojos se encontraron y en ese momento comprendió que el amor no tiene límites ni barreras. Ana sonrió al verlo y juntos pasaron los días siguientes hablando, riendo y compartiendo sus sueños e ilusiones. Finalmente llegó el día en que Tomás tuvo que volver a Argentina.

Se despidieron con lágrimas en los ojos pero con la promesa de seguir adelante con su amor a pesar de la distancia. Desde ese día, Tomás supo que nada podría detener su amor por Ana.

La distancia ya no era un obstáculo para ellos porque sabían que siempre estarían juntos en sus corazones.

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