El Amor Verdadero


En un hermoso pueblo rodeado de coloridas montañas, vivían María, Juan y José. María y Juan eran los mejores amigos desde que eran pequeños. Siempre se cuidaban mutuamente y compartían todo.

Un día, mientras jugaban en el parque, Juan le confesó a María que la quería muchísimo. Ella sonrió y le dijo que también lo quería con todo su corazón.

Estaban tan felices juntos que ni siquiera notaron que José, un chico tímido y amable del vecindario, los observaba desde lejos con tristeza, porque él estaba secretamente enamorado de María. - ¡María, estoy feliz de estar contigo! - exclamó Juan. - Yo también, Juan. Eres mi mejor amigo. -respondió María. Mientras tanto, José se acercó tímidamente hacia ellos.

- Hola, Maria. Hola Juan. ¿Puedo jugar con ustedes? - preguntó José. - Claro, José. ¡Todos somos amigos! - dijo Juan con una sonrisa. A partir de ese día, los tres amigos comenzaron a jugar juntos y a disfrutar de momentos inolvidables.

Sin embargo, cada vez que José veía a María y Juan juntos, su corazón se entristecía más y más. Un día, mientras recorrían juntos un hermoso bosque, José decidió confesar sus sentimientos. - María, hay algo que necesito decirte.

Estoy enamorado de ti. - confesó José con timidez. María, con dulzura, le respondió: - José, eres un buen amigo y aprecio mucho tu valentía al decirme esto, pero mi corazón le pertenece a Juan.

José, sorprendido por la respuesta de María, se entristeció pero comprendió que su verdadera felicidad radicaba en el bienestar de sus amigos. A partir de ese momento, los tres continuaron siendo los mejores amigos y compartiendo alegrías, tristezas, retos y aventuras.

A través de esta experiencia, aprendieron que el amor verdadero no solo implica recibir, sino también dar, respetar los sentimientos ajenos y valorar la amistad. Así, crearon un lazo indestructible que los acompañó para siempre.

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