El amor y la amistad en La Araucaria



En lo profundo del bosque encantado de La Araucaria, vivía un niño llamado Mateo. Mateo era valiente y curioso, siempre en busca de nuevas aventuras. Un día, mientras exploraba el bosque, se encontró con un oso llamado Benito.

A pesar de su apariencia imponente, Benito resultó ser amigable y divertido. - ¡Hola! Soy Mateo, ¿y tú cómo te llamas? -preguntó el niño con entusiasmo. - Soy Benito, un oso que vive en este bosque.

¿Qué haces por aquí tan solito? -respondió el oso con curiosidad. Así fue como comenzó la gran amistad entre Mateo y Benito. Juntos recorrían el bosque, jugaban y se contaban historias bajo la sombra de los árboles centenarios.

Pero un día todo cambió cuando una bruja malvada llamada Malicia llegó al bosque. Malicia había echizado a todos los animales del bosque para que hicieran su voluntad y sembraran el caos por donde pasaban.

Los pájaros cantaban tristes canciones, los conejos dejaron de saltar de alegría y hasta los árboles parecían marchitos bajo su influjo maligno. Mateo y Benito sintieron la tristeza invadir sus corazones al ver cómo el bosque perdía toda su magia.

Decidieron entonces emprender una misión para vencer a la bruja Malicia y devolver la paz al lugar que tanto querían. - ¡Benito, tenemos que detener a Malicia antes de que sea demasiado tarde! -exclamó Mateo con determinación.

- ¡Tienes razón, amigo! Juntos lo lograremos -respondió el oso con valentía. Así comenzaron su aventura en busca de la guarida de Malicia. Recorrieron cuevas oscuras, cruzaron ríos turbulentos y desafiaron peligros inimaginables. Pero nada podía detener la valentía y la amistad que compartían.

Finalmente llegaron a lo más profundo del bosque donde Malicia tenía su morada. La bruja los recibió con una risa burlona y les lanzó hechizos oscuros para intentar detenerlos, pero Mateo y Benito se mantenían firmes en su propósito.

- ¡Nunca podrán vencerme! Soy invencible -gritaba Malicia con furia. - No estás sola, Malicia. Tenemos algo más poderoso que tus hechizos: tenemos amor y amistad -dijo Mateo con voz firme.

Entonces algo increíble ocurrió: el amor y la amistad que compartían Mateo y Benito crearon una luz brillante que envolvió a Malicia. La bruja malvada empezó a temblar y lentamente se transformó en una mariposa multicolor que revoloteaba libremente por el bosque.

El hechizo se rompió al fin y todos los habitantes del bosque recuperaron su alegría perdida gracias al valor y la bondad de dos amigos inseparables: un niño llamado Mateo y un oso llamado Benito.

Desde ese día en adelante, Mateo andaba junto a Benito por todo La Araucaria contando las hazañas vividas en aquella aventura inolvidable donde aprendieron juntos sobre la importancia del amor verdadero como arma contra cualquier maldad existente en este mundo mágico e infinitamente grande lleno de sorpresas maravillosas por descubrir cada día más allá del horizonte...

FIN.

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