El Amuleto del Viajero del Tiempo



Había una vez un niño llamado Ernesto, a quien le encantaba leer libros de historia. Un día, mientras ojeaba uno de sus libros favoritos sobre la Edad Media, encontró un extraño amuleto en forma de llave.

Sin pensarlo dos veces, Ernesto lo tocó y de repente se vio envuelto en una brillante luz que lo transportó directamente a la época medieval.

Al abrir los ojos, se encontró en medio de un bosque frondoso rodeado de árboles altísimos y cantos de pájaros desconocidos para él. Asombrado por lo que veía a su alrededor, decidió aventurarse en busca de respuestas sobre cómo regresar a su hogar.

Caminando por el bosque, Ernesto escuchó risas y voces que provenían de un claro cercano. Al acercarse con cautela, descubrió a un grupo de niños jugando con arcos y flechas.

Uno de ellos se acercó curioso hacia Ernesto y le preguntó:- ¿Quién eres tú? ¡No te había visto antes por estos lares! Ernesto respondió con nerviosismo:- Soy Ernesto, he venido desde muy lejos.

¿Podrías ayudarme a encontrar el camino de vuelta a casa? Los niños se miraron entre sí y luego le explicaron que estaban cerca del Castillo del Rey Arturo, donde vivía el anciano mago Merlín. Decidieron acompañar a Ernesto hasta allí para pedirle consejo. Al llegar al castillo, fueron recibidos por Merlín quien los miró con curiosidad.

- ¡Bienvenidos! Veo que has llegado desde otra época joven viajero -dijo Merlín señalando el amuleto en forma de llave que colgaba del cuello de Ernesto-. Ese amuleto es la clave para regresar a tu tiempo.

Merlín les contó que ese amuleto tenía poderes mágicos capaces de abrir portales temporales pero también era peligroso si caía en manos equivocadas. - Debes aprender valiosas lecciones antes de volver a casa -aconsejó Merlín-. La primera es la humildad.

Ernesto asintió comprendiendo la importancia del mensaje y decidió quedarse en la Edad Media para aprender todo lo posible antes del regreso. Durante su estancia en el castillo, compartió momentos inolvidables con los niños aprendiendo arquería, historia y estrategias militares. También ayudaba al cocinero preparando banquetes para las festividades del rey.

Un día mientras exploraba los jardines del castillo junto a sus nuevos amigos, descubrieron un antiguo pergamino oculto detrás de una fuente. - ¡Es un mapa secreto! -exclamaron emocionados los niños.

Decidieron seguir las indicaciones marcadas en el pergamino y emprendieron una aventura llena de desafíos y peligros. Enfrentaron dragones feroces, resolvieron acertijos misteriosos e incluso salvaron al pueblo cercano de una invasión vikinga gracias a sus nuevas habilidades adquiridas durante su estadía en la Edad Media.

Finalmente, tras superar todas las pruebas del mapa secreto, llegaron ante un imponente portal custodiado por criaturas mágicas. - Este es tu camino a casa -dijo Merlín sonriendo-. Recuerda siempre las lecciones aprendidas aquí: humildad, valentía y trabajo en equipo.

Ernesto abrazó a sus amigos despidiéndose con nostalgia pero sabiendo que llevaría consigo recuerdos invaluables e importantes enseñanzas para toda su vida.

Cruzó el portal sintiendo como la luz lo envolvía nuevamente hasta regresar sano y salvo a su habitación donde todo comenzó. Desde aquel día nunca olvidaría su increíble viaje por la Edad Media llenándolo no solo con conocimientos históricos sino también con valores fundamentales que lo acompañarían siempre en cada nueva aventura que decidiera emprender.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!