El anciano y la varita mágica



Había una vez en un pequeño pueblo, un anciano llamado Don José, que pese a sus años, conservaba una alma llena de sueños y deseos. Un día, mientras caminaba por el bosque, encontró una misteriosa varita mágica.

Al cogerla, descubrió que podía hacer realidad cualquier deseo que tuviera. Emocionado, decidió usar su nueva adquisición para ayudar a los demás.

Con la varita, convirtió la tierra seca en campos verdes y fértiles, curó a los animales enfermos y trajo alegría a las personas tristes. La noticia de sus increíbles hazañas se extendió por todo el pueblo, y pronto todos buscaban la ayuda del bondadoso anciano.

Sin embargo, Don José sabía que no podía depender únicamente de la varita mágica, por lo que les enseñó a los habitantes del pueblo la importancia de trabajar duro, ser amables y ayudarse mutuamente. Con el tiempo, el pueblo se convirtió en un lugar próspero y feliz, donde todos vivían en armonía.

Aunque la varita mágica había sido una bendición, Don José sabía que el verdadero poder residía en el amor y la bondad de su corazón. Y así, el anciano continuó haciendo el bien, recordando siempre que la magia más grande reside en cada persona.

FIN.

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