El Ángel en mi Ventana


Había una vez en un pequeño pueblo, una niña llamada Martina. Un día, Martina estaba mirando por la ventana de su habitación cuando de repente vio algo extraordinario. Un ángel se acercaba lentamente a su ventana, con una presencia tan asombrosa que dejó a Martina sin palabras. El ángel era hermoso, con brillantes alas blancas y una suave luz que lo rodeaba. Martina no podía creer lo que veía, y su corazón latía con emoción y sorpresa.

Sin pensarlo dos veces, Martina abrió la ventana y el ángel entró suavemente a su habitación. "Hola, Martina", dijo el ángel con una voz cálida y tranquilizadora. Martina, aún sin poder recuperarse del asombro, tartamudeó: "¿Eres... eres un ángel de verdad?"

El ángel asintió con una sonrisa amorosa. "Sí, soy un ángel y he venido a visitarte porque he escuchado que tienes un corazón puro y generoso. Quiero contarte una historia y enseñarte una lección importante."

El ángel le relató a Martina la historia de una estrella que perdió su brillo y cayó del cielo. La estrella había olvidado lo valiosa que era y se sentía perdida y triste. Sin embargo, con la ayuda de los sueños y la imaginación de los niños, la estrella recuperó su resplandor y volvió a brillar en el cielo. El ángel explicó a Martina que todos tenemos la capacidad de dar luz y esperanza a los demás, incluso en los momentos más oscuros.

Martina escuchó atentamente las palabras del ángel y sintió el mensaje resonar en lo más profundo de su corazón. Agradecida por la visita del ángel, prometió recordar siempre la historia de la estrella y compartir su luz con todos los que la rodeaban.

Después de su encuentro con el ángel, Martina se convirtió en una niña llena de compasión y bondad. Compartió la historia de la estrella con sus amigos y juntos encontraron formas creativas de ayudar a quienes los rodeaban. Cada noche, Martina miraba las estrellas en el cielo, recordando la importancia de mantener viva la luz en su corazón.

Y así, gracias a la visita del ángel, Martina descubrió el poder que tenía para iluminar el mundo con su bondad y generosidad.

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